Xóchitl, después de ese encuentro fallido con banqueros, decidió tomar en sus manos la campaña y mandar al carajo a sus asesores partidistas del PRI y del PAN, además de retomar su personalidad y no seguir fingiendo lo que no es, lo que no representa.
Como lo lee querido lector-a, Xóchitl se sacudirá en la segunda parte de su campaña lo que ella percibe le ha impedido llegarle a la sociedad civil a la que apela la oposición para ganar la próxima elección.
Xóchitl sostuvo finalmente que hará lo que piensa que se debe hacer y dejó en claro que ya se ha propuesto modificar el formato del próximo debate para establecer una bolsa de cinco minutos que cada aspirante administrará a su consideración para poder contrastar ideas.
Suena bien.
Habrá que ver cómo toman su nuevo esquema los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, pero sobre todo cómo lo ven los votantes. |