Una vez que los poderosos países del mundo frenaron de golpe las bélicas hostilidades en el Medio Oriente, los principales mercados financieros volvieron a la calma y al alza.
Pero no solo eso, sino también los datos de la inflación y el Producto Bruto Interno de los Estados Unidos.
Así, a los políticos mexicanos que esperaban y hasta rezaban porque el peso mexicano se derrumbara, se quedaron por el momento con las ganas. Por lo que el arma más socorrida de aquellos que apuestan a una inflación que la pintan ‘elevadísima’ con el fin de sembrar temor hacia un posible nuevo gobierno con el signo del actual, tampoco les ha funcionado, toda vez que las cifras del consumo interno privado se ha conservado muy fuerte y siendo factor para que el crecimiento económico de México siga viento en popa.
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