El momento político que se vive en el país ha dado paso a guerras sucias en las que se busca desacreditar por cualquier medio al gobierno actual.
Y no parece ser producto del bien analizado y natural espíritu antisistémico, sino algo más profundo. Se trata de recuperar a toda costa el poder o de lo contrario podrían pasar otros 80 o 100 años para que la hoy oposición pueda recuperar el poder.
Hoy se habla y se magnifican un sin fin de temas como el que las carreteras del país están hechas polvo, el alto costo de las gasolinas, los escasez de medicamentos, los feminicidios, lo cual hasta cierto punto ha sido normal en épocas de elecciones, aunque en realidad exista en ello más leyenda urbana que realidad.
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Pero lo que llama la atención es que hasta el tipo de cambio, la inflación y los datos del Producto Bruto Interno, la balanza de pagos, el empleo, las tasas de interés y otras variables económicas, se estén usando de manera catastrofista y se especule con móviles políticos.
Es el caso que, aunque el peso mexicano acumuló la semana pasada cuatro jornadas consecutivas de ganancias frente al dólar -de acuerdo con el Banco de México- y logró navegar por debajo del tope mágico de los 17 pesos por dólar del cual se había despegado unos días, especialistas siguen hablando de un peso que pierde fuerza frente al dólar.
Ayer, por ejemplo, el dólar cerró en 16.74 pesos por dólar, y este 14 de mayo amaneció a 16.84, es decir una ligera pérdida por debajo de los 17 pesos por dólar. Analistas catastrofistas y agoreros del mal, titulan sus artículos con este tipo de mensajes negativos como: “El Peso mexicano se deprecia”… “Fuerte caída del peso mexicano… retrocede 1.0 %”… “Se cae el peso”.
Sin embargo, el tipo de cambio interbancario, como referencia de la fortaleza del peso, este 14 de mayo se ubicó a la apertura en los 16.79 pesos por dólar. Es decir, hubo un fortalecimiento del 0.05% según datos de Bloomberg.
A la fecha, el Peso mexicano ha resistido toda clase de especulaciones principalmente políticas, como aquella que predijo en su momento una devaluación muy fuerte para el presente sexenio. En los últimos meses cada vez que se está en espera de los datos de inflación en los Estados Unidos, se especula con la caída del peso. Sin embargo, es necesario saber que mientras las autoridades monetarias norteamericanas decidan mantener atada la Tasa de Interés de referencia, aunque la inflación aumente marginalmente como ha sucedido aquí en México, el Banco de México la seguirá manteniendo igual y el peso podrá seguir defendiéndose.
Es decir, no hay motivos de alarma, salvo que se presente algún hecho internacional relevante como podría ser un rompimiento comercial entre las dos potencias más grandes del mundo (Estados Unidos y China), lo cual es difícil de adelantar.
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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES") |
