Pero quizá por el momento que vive el país, lo que haya sucedido con Echeverría y Salinas sea una historia que a pocos interesa, como quedó demostrado con los resultados de la consulta popular que AMLO impulsó para encarcelar a los expresidentes.
Por eso, los ojos de los lectores se fijarán en los momentos que dice Ramón Alberto Garza pasó con AMLO, donde las confidencias que éste le hizo al periodista palidecen con las reacciones de AMLO ante los comentarios y pruebas de corrupción que con nombres y apellidos de sus colaboradores le puso en las manos.
Comenta Mauleón, que “En uno de esos desayunos, Garza le presentó al mandatario expedientes armados en Estados Unidos que revelaban el supuesto historial de corrupción de su primer director de Aduanas, Ricardo Peralta, quien, dice Garza, había convertido puntos fronterizos y marítimos “en un jugoso negocio que era entregado al mejor postor”: Peralta vendía las aduanas “por donde entran y salen mercancías, de importación y exportación, incluyendo drogas y los precursores químicos para el mortal fentanilo, además de un descomunal contrabando de combustibles””.
“Al terminar el desayuno AMLO cesó al funcionario. La mala noticia fue que lo colocó como subsecretario de Gobernación porque, aseguró, Olga Sánchez Cordero se lo había solicitado”.
Pero lo demás que narra el autor no tiene desperdicio, Peralta no paró, como subsecretario siguió haciendo de las suyas a tal grado que en desayunos subsecuentes se vio precisado a decirle a AMLO: “Ten cuidado presidente… se puede convertir en el García Luna de este sexenio”.
Pero en el libro, a decir de Mauleón, hay nombres, muchos nombres más de gobernadores, funcionarios, líderes políticos y más…
¡Ufff! Lo dicho, el libro será sin duda el bombazo del sexenio. |