Ponerse de a pechito a los intereses de MORENA y de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Lo primero que hizo Alito fue todo lo contrario de lo que ofreció para ser reelecto en la presidencia:
1.- Envió mensajes de rompimiento con el PAN, es decir, si rompe con su hermano histórico en lo electoral, también lo hará en el Congreso de la Unión y el bloque legislativo de oposición dejará de existir.
2.- Expulsar a todo aquel priista crítico-disidente y dirigir al Partido con su camarilla incondicional de los esposos Rubén Moreira, Manuel Añorve y Carolina Viggiano, mediante los cuales se mandarán las líneas políticas que más le convengan al campechano. Es claro que la puerta está cerrada para los disidentes, sobre todo para quien es la cabeza visible del movimiento en su contra: Manlio Fabio Beltrones Rivera, a quien le mandó un mensaje al recién expulsado de la bancada parlamentaria priista en el Senado, como para que no haya retorno alguno “Se acabaron los tiempos de los intocables”. El mensaje es más que claro.
3.- Abrió la puerta para acercamientos con el gobierno y negociar la construcción de acuerdos con la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Tan es así que se amarró el dedo ante la evidente crítica que le vendrá de parte de los disidentes al advertir “En todas las democracias del mundo el Gobierno dialoga con la oposición. ¿Ser una buena oposición es atacar y criticar todo el día y no dialogar? No, para nada”.
Así que más claro que el agua, Alito y sus incondicionales priistas caminarán al son que le marquen desde Palacio.
¿Lo duda? |