Silvio Lagos Galindo, al frente del sesudo equipo priísta, se cansó de hablar de una fantasiosa pérdida de casi un millón de votos… pero solo en la parte mediática, pues en lo jurídico, alegó los plazos para que Nahle pidiera licencia como Senadora o el tiempo en que renunció a la Secretaría de Energía o a su residencia efectiva en Veracruz. Nada de eso se comprobó.
También se calificó de infundado el agravio relativo a irregularidades graves, generalizadas y acreditadas en la cadena de custodia de los paquetes electorales, mismas que desde la perspectiva del PRI, vulneraron la certeza de la elección, ello debido a que el partido actor no logró acreditar la supuesta afectación a los mismos.
Tampoco se consideró procedente un supuesto rebase de topes de campaña, pues la coalición gastó únicamente el 14% del monto total autorizado.
En fin, que los argumentos utilizados por el PRI no fueron debidamente sustentados y cuando menos en el Tribunal Electoral de Veracruz, les vuelven a dar palo. |