El plan para “alejar sanamente” a AMLO de la presidencia y permita a Sheinbaum gobernar con su estilo incluye, de acuerdo a lo que me hacen saber, una serie de homenajes públicos (y otros no tanto), donde se le presente como el manufacturero de un cambio real en el país.
En ese cronograma de actividades se trabaja ya desde la secretaria particular de la presidenta, y aunque por obvias razones no se incorpora al plan nacional de desarrollo, llevará un seguimiento de rigor similar al de los 100 puntos detallados en el zócalo capitalino.
Sheinbaum dedicó buena parte del arranque de su discurso de toma de protesta a AMLO por decisión propia, porque sabe que cuando él falte la que quedará al frente del movimiento (y sus decisiones), será ella… y en un alejado segundo escalón, (pero segundo al fin), Andy López Beltrán.
La continuación de las mañaneras es otro de los tantos homenajes a AMLO decididos por Sheinbaum, aunque su duración (previa evaluación) será de cuando mucho dos años. Después se echará a andar otro esquema de comunicación diaria, sustentado en las redes sociales de la presidenta.
Mucha referencia se hace a la frase “el rey ha muerto, viva el rey”… para la presidenta Sheinbaum “el rey no muere, sólo se transforma”, y pretende demostrarlo durante su mandato. ¿Logrará hacerlo bien manteniendo el lustre de la investidura?
Veremos qué ocurre.
X: @aaguirre_g
(COLUMNA "AL RESPECTO") |