El Partido del Trabajo estiró y estiró la liga de la coalición con Morena y el Verde, y no aceptó los 22 municipios que le dejaban encabezar. Quería 33 y de allí no se movieron.
Es cierto que sin la coalición el PT apenas rascará, si bien le va, el nivel mínimo para mantener el registro como tradicionalmente lo ha hecho, resistiendo incluso a expensas de negociaciones en los reconteos de votos.
Pero el PT no va por las alcaldías. El Partido del Trabajo va por la presión a nivel nacional en el Congreso de la Unión. Sus votos son necesarios para aprobar las iniciativas de la Presidencia y harán lo que sea para que no se apruebe la eliminación de los plurinominales, pues sin ellos, están destinados al olvido.
Así, esta “ruptura” les da el pretexto perfecto para escamotear el apoyo de sus legisladores y tendrán un nuevo punto de partida en las negociaciones nacionales.
Cierto, el PT perderá muchísimo terreno en Veracruz, pero a la postre, en el terreno nacional, perdiendo tal vez gane.
El que sí de plano resultó ser el patito feo fue el PRI, al que el PAN lo ninguneó y no le dio opciones viables para ir en coalición.
El PRI de Veracruz no tiene ya con qué negociar ni qué ofrecer y los azules saben que continuar su alianza electoral sería perjudicial para ellos.
Este mismo lunes el líder estatal del Tricolor, Adolfo, el Fofo, Ramírez Arana, salió a quejarse amargamente ante los micrófonos de que la dirigencia panista bloqueó la alianza pero que, según él, la militancia sí quería.
Eso sí, agarró valor para advertirles a los panistas que les arrebatarían el Puerto y Boca del Río.
El problema es que Pitágoras era matemático, no Guasón, y el mismo Fofo señaló en su conferencia de prensa que el PRI representa unos 15 mil votos en el Puerto Jarocho.
Los números no cuadran señor don Fofo. Entiéndalo. No hay forma.
(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") | 
