En ese mismo periodo, The Legend of Zelda: Ocarina of Time se convirtió en otro referente de los videojuegos de aventura. Su mundo abierto y su narrativa, que permitían a los jugadores vivir una historia épica mientras resolvían puzles y combates, dejó una marca imborrable.
Otro de los grandes avances tecnológicos fue la llegada de los juegos de lucha como Street Fighter II y Mortal Kombat, que introdujeron mecánicas de combate complejas y una gran competencia entre jugadores. Mortal Kombat, en particular, destacó por sus gráficos digitales y por la inclusión de brutalidades que revolucionaron la forma en que se concebían los videojuegos de lucha.
La década también fue testigo de la explosión de Pokémon, que traspasó las fronteras de los videojuegos para convertirse en un fenómeno cultural global. Pokémon Rojo y Azul, junto con el lanzamiento de los primeros juegos de cartas y la serie de anime, se convirtieron en un hito, tanto para los niños como para los adultos, y cambiaron el panorama de los videojuegos para siempre.
Por último, los juegos de disparos en primera persona como Doom y Quake marcaron la transición de los juegos de acción a entornos más dinámicos y competitivos. Estos juegos sentaron las bases para el multijugador en línea y la cultura de los eSports.
Con todos estos ejemplos queda demostrado que la década de los 90 fue crucial para el desarrollo de los videojuegos, no solo en términos de tecnología, sino también en la creación de franquicias y mecánicas que aún hoy siguen siendo populares. Otras opciones del sector gaming como lo referente al juego, también tuvieron en la década de los 90 y la posterior generalización de la red de redes, a uno de sus momentos cúlmenes para su desarrollo y expansión. |