La intención de la Reforma es acabar con el jugoso negocio de los poderosos para no cumplir con sus obligaciones, por ejemplo en el pago de impuestos.
El caso más emblemático es el de los más de 20 años que el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, lleva evadiendo la ley con amparo tras amparo. Y lo peor es que aún y con todas las reformas no se le ve para cuándo le hagan pagar.
Pero el tema va más allá.
El tema es que, en cualquier nivel, personas tramposas evitan, por ejemplo, desocupar viviendas y edificios recurriendo a amparos tras amparos, haciendo interminable la aplicación de la justicia.
Funcionarios acusados y sentenciados por daño patrimonial son amparados por años, recurriendo a la misma triquiñuela de ir de amparo en amparo.
Así que, de alguna manera, la redacción del transitorio se va a mejorar, aclarar, explicar, dialogar, debatir, pero finalmente será aprobado y por fin se acabará la más famosa triquiñuela constitucional que a resumidas cuentas solo ha beneficiado a los poderosos y a los que pueden aguantar pagar el trámite de amparos durante años. |