Para empezar, tan solo en Poza Rica, aunque ya habían movilizado previamente algunos expedientes a la nueva Ciudad Judicial, no todo había sido trasladado a ese recinto que no se inundó, y la vieja sede de los juzgados quedó completamente bajo el agua. Miles y miles de expedientes en trámites se perdieron y qué cree, los plazos vencen.
Cualquiera que no sepa de leyes podría decir “pero como hubo inundación todo se recorre”, pero en leyes la cosa no es así. Fuentes al interior del Poder Judicial nos comentan que cuando menos en esto ya pensaron y se correrán los términos y plazos de los juicios en curso.
Pero más allá de eso, ¿Cómo recuperar los expedientes? Millares de fojas, de esas cosiditas a mano con hilo casi de rafia y aguja canutera, quedaron inservibles. La modernización de la Justicia debe llegar a la par de la Reforma del Poder Judicial.
No es posible que cientos de juicios pierdan incluso probatorias porque entró el agua y se lo llevó todo. Hoy fue inundación, pero luego puede ser un sismo, un huracán, un incendio o cualquier siniestro. La nube puede albergar millones y millones de datos de información y en México seguimos haciendo las cosas a la antigüita.
La pregunta para las Magistradas Rosalba Hernández, Paulina Ahumada, Luz María López y Alma Rosa Flores, cada una de ellas cabeza con el mismo peso en el Poder Judicial, es ¿Cómo resolverán este entuerto de los expedientes irrecuperables, pero sobre todo, para cuándo llegará la modernidad al Poder Judicial?
Hasta ahorita, se insiste, lo han hecho bien y han actuado conforme a la urgencia del caso… pero hay que pensar a futuro señoras Magistradas. |