Esta mañana en los cafés políticos de la capital veracruzana, las conversaciones de los sabios bebedores del mejor aromático del mundo y de las galaxias, se centraron en los temas de mayor interés que suceden a nuestro alrededor.
Se habló de que la respuesta ante la reciente tragedia en el Norte de Veracruz ha dejado mirando visiones a los que adelantaban que Rocío Nahle y Claudia Sheinbaum habían sido rebasadas por el evento descomunal que les cayó en sus manos. Sin embargo, los resultados están poniendo las cosas en su lugar pues ellas, con temple, organización y sensibilidad, han hecho lo que parecía imposible. Aunque no sean pocos los despistados que hablan aún de lo contrario.
También se habló de que algunos funcionarios del Gobierno de Rocío Nahle no hacían nada, pero lo que captaron los sabios bebedores de café fue que no todos podían ni debían andar en la procesión. La organización requería de eso, que la gobernadora hiciera base y sus pesos pesados dispersaran sus instrucciones a quines debían ejecutarlas.
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