En redes sociales surgieron críticas duras al incidente; usuarios lo consideraron "una vergüenza" y cuestionaron la eficiencia del máximo tribunal electoral del país.
La ocasión tenía especial relevancia institucional: se trataba del informe 2024-2025 del TEPJF, ante la SCJN, en un contexto de impugnaciones derivadas de la elección judicial de junio de 2025 y denuncias internas.
El error protocolario, aunque aparentemente sin consecuencias jurídicas, resta solemnidad a un ejercicio de rendición de cuentas previsto por ley y que refuerza la legitimidad de la función jurisdiccional electoral.
En su mensaje, la magistrada presidenta señaló que la presentación "simbolizó el cierre de una etapa personal e institucional". El desliz técnico, en contraste, robó brevemente el protagonismo al contenido del informe y generó un episodio mediático que evidencia la fragilidad operativa de momentos clave en la administración pública y judicial.
La continuidad de la ceremonia, tras el incidente, no fue detenida ni hubo explicación oficial inmediata por parte del tribunal. Queda pendiente que la institución rinda cuentas no solo de su gestión electoral, sino también de la logística que acompaña sus actos públicos, a fin de preservar la seriedad, el protocolo y la confianza ciudadana. |