Según el texto de la petición, la normativa actual, que exige firma de ambos padres incluso cuando uno no participa en la crianza diaria, genera "obstáculos injustos" para familias monoparentales, que repercuten negativamente en la vida laboral, educativa y emocional del menor.
Los defensores de la "Ley Cazzu" sostienen que un mecanismo diferenciado preservaría controles legales, pero priorizaría el interés del menor en situaciones de abandono o desinterés parental. De esta manera, apuntan a reducir trámites judiciales repetitivos, acelerar decisiones y dar certeza jurídica a quienes dependen de sus desplazamientos por trabajo o necesidades personales.
No obstante, el debate también concita voces críticas: algunas organizaciones civiles advierten que un permiso permanente podría usarse como herramienta de control en medio de conflictos entre progenitores, lo que pondría en riesgo la estabilidad emocional de los niños.
Por ahora, la petición sigue abierta en línea y registra miles de adhesiones. Si bien no existe aún un proyecto formal en el Congreso, sus impulsores confían en que la presión social, y el caso mediático de Cazzu, empujen a las autoridades a revisar la legislación actual. |