Cada uno tiene bajo sus pies, caminos llenos de espinas.
El de Harfuch es peligroso, de vida o muerte. Un camino no solo atestado de púas sino también de balas al viento, pero con los resultados dados al momento, lo colocan como indiscutible “corcholata”.
Ebrard está en su última oportunidad técnica y política, luego de perder la candidatura presidencial frente a AMLO y luego contra Sheinbaum.
Pero hoy tiene una oportunidad que se ve bien y posible, pues depende de los beneficios que México logre obtener a través del Nearshoring, el Plan México y la renegociación del Acuerdo Comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues tiene ante eso, a un Donald Trump que ha perdido fuerza política luego de someter a sus votantes a una dura inflación que les ha roto los bolsillos al tener que pagar el costo por su política arancelaria. Trump ha perdido electoralmente Estados republicanos emblemáticos, por ello, Ebrard se relame los bigotes pues sabe bien que no se enfrentará a un lobo hambriento sino a un hombre preocupado por conservar la presidencia para su partido.
Así que los lecheros calientes y el menú completo van para Marcelo y Omar, que hoy, a menos de 5 años de una definición, están trabajando duro y dando resultados. |