Y es que detrás de esa medida que parecería una simpleza administrativa no tiene nada de simple, pues implica la mayor medida para transparentar a quién se le paga y porqué a cada uno de los trabajadores del Gobierno del Estado.
Y para no darle vueltas al asunto, Alejandro Aguirre inicia así sus comentarios y análisis:
“El único sector renuente para integrarse a la nómina única gubernamental (propuesta por la Gobernadora Rocío Nahle) es el magisterial… y no es el grueso de los maestros, sino los líderes sindicales y aquellos poderosos que cuentan (de alguna manera u otra), con dobles o hasta triples plazas”.
Pero si el análisis de fondo que Alejandro hace de este espinoso asunto es más claro que el agua, su conclusión es contundente:
“El asunto de la nómina única gubernamental habrá de concretarse, tarde o temprano, a pesar de la negativa de aquellos que llevan años cobrando (por esquemas de plazas múltiples), hasta más de 100 mil pesos mensuales”.
Sin embargo, el paso del hecho a la conclusión no fue más que un profundo análisis de los detalles en los que como siempre se esconde el diablo.
La pregunta es, qué y cuándos veracruzanos estarán de acuerdo que los líderes magisteriales -un montón- se sigan aprovechando del temor de políticos blandengues que han gobernado Veracruz, algunos conocidos como ‘manos de seda’ que resolvían conflictos políticos por debajo del agua y con el dinero del pueblo.
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