.- Las mesas de los cafés políticos en la capital mundial de la grilla, se volvieron a llenar. Poco les importó el frío pues se lo quitaban al amparo de un humeante café lechero y unas ricas banderillas. Y allí, los sabios de la política volvieron a la vida y comenzaron a recomponer el mundo que habían dejado olvidado para ir... |