Ciudad de México .- El sabor en el aire que dejó la final de ida no fue habitual. Difícilmente se notan juegos tan intensos cuando quedan todavía 90 minutos por tramitarse. Tigres y América no desmerecieron y ofrecieron un templo de buen futbol y corazones en éxtasis en un duelo empatado que tiene aún mucho papiro por escribir. En Tigres, el equipo ha pa... |