EL CRECIMIENTO exponencial de la pandemia, que ha llegado a manifestarse en los picos más altos de contagio desde que llegó este mal a México, es decir, más de veinte mil enfermos en tan solo veinticuatro horas, está obligando, ahora más que nunca, al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a tomar medidas más fuertes y determinantes, después de que por mucho tiempo, soslayó la importancia que tenía esta calamidad.

Desde hace varios meses, algunos científicos y conocedores de este problema sanitario, han expresado constantemente su preocupación ante el avance que ha tenido este virus entre la población mexicana, proponiendo cambiar las estrategias que tiene el gobierno federal, pero no han sido escuchados, porque el mismo mandatario nacional, nunca ha tenido interés en resolver este problema, pues sus acciones se han enfocado, más que nada, hacia el asunto electoral, que en todo caso, es lo que más le preocupa en estos momentos, luego de que ya ha sentido muchos pasos en la azotea, principalmente sobre la situación que tiene su partido en el ambiente político electoral.

Sin embargo, ha llegado el momento en que el Presidente, ya se vea en aprietos, porque contrariamente a lo que siempre ha dicho acerca de la pandemia, que la tienen dominada, o que los contagios van a la baja, montados en los datos que la curva epidemiológica les señala, pero en los recientes días, los aumentos de contagio han crecido de manera alarmante, de tal manera que tiene que poner más atención en este asunto, el cual, a decir de muchos, pudiera ser, finalmente, la soga que llegue a ahorcarlo, aún cuando diga que tiene el pueblo a su favor, pues éste ya se dio cuenta también de que la salud es el tema que menos le interesa al gobierno mexicano.

Ante la preocupación que ya le ajusta cuentas al Presidente, parece que ha determinado que su vocero en materia de salud, sea removido de su cargo con la finalidad de colocarlo un poco más lejos de las críticas que ha venido recibiendo desde hace tiempo y que han terminado, incluso, en acusaciones muy graves que lo podrían situar en una condición delicada, ya que podrían, en todo caso, derivar en denuncias por la inadecuada estrategia que no ha dado ningún resultado positivo.

En este sentido, ya se habla de una renuncia del Doctor Hugo López Gatell, de una política sanitaria más responsable en el combate a la pandemia y de una movilización más efectiva para atender el problema del Covid.

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ELECCIONES EN RIESGO.

OTRA VEZ, tal y como lo comentamos ampliamente hace algunos meses, las elecciones del mes de junio, sí están en riesgo, luego de que los índices de contagio de la pandemia, han crecido peligrosamente, al grado de que ya se considera un problema fuera de control. Las autoridades responsables de contener el avance de esta enfermedad, se mantuvieron solamente a le expectativa, confiando, finalmente en que pronto llegaría la vacuna o que también pudiera aparecer un fármaco que resolviera esta situación.

Pero no fue así, sino al contrario, los medicamentos efectivos, posiblemente se encuentren en fase de pruebas definitivas y las vacunas aún están en periodo de experimentación, aunque su aplicación se haya aprobado como una emergencia, pero no existen las dosis necesarias ni la logística final para inmunizar de manera masiva, lo que da por hecho que se sigan registrando miles de fallecimientos en todo el país.

Con estos antecedentes, volvemos a insistir en el riesgo de que tenga que cancelarse el proceso electoral, que ya está en camino, pero que su realización pudiera ser fuente de mayores contagios en el día de las elecciones o bien, que los propios ciudadanos no quieran asistir a las urnas electorales.

Faltan cuatro meses y medio para la fecha de las elecciones, tiempo relativamente corto, considerando la importancia de la amenazante enfermedad.

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POSIBLE JUICIO POLÍTICO A LÓPEZ OBRADOR.

SI LAS ELECCIONES tienen lugar y la oposición logra obtener la mayoría en los congresos federal y estatal, tenga por seguro, amigo lector, que surgiría de inmediato la propuesta de juicio político para el Presidente, tan solo por no haber tomado las medidas precautorias contra el Covid, que las propias autoridades de su gobierno, recomendaron para todos los ciudadanos, pues la negativa a usar cubre bocas y observar las medidas preventivas, también puede considerarse como un ejemplo de rebeldía ante un problema sanitario y que ha cobrado la vida a cerca de ciento cuarenta mil personas.

Este hecho, visto de esta perspectiva, constituye sin duda, un llamado a la desobediencia de las autoridades sanitarias, por lo que mucha gente, principalmente  sus seguidores dejaron de poner en práctica todas las medidas preventivas, generando con ello que los contagios aumentaran en gran medida.

Tomando en cuenta esta situación, bien podría fincarse responsabilidades al Presidente, ante la muerte de miles de mexicanos, además de haber soslayado el peligro que representaba esta enfermedad.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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