BAJO una especie de guerra fría, donde las partes no presentan abiertamente sus intenciones de atacar al enemigo electoral, la guerra, en este sentido se intensifica cada día que pasa.

El partido de Morena, enemigo número uno a vencer por todas las organizaciones políticas, ha comenzado duro en esta guerra electoral en contra, especialmente, de la coalición del PRI, PAN y PRD, con acciones que parecieran ser una verdadera responsabilidad oficial del gobierno, pero que en su interior lleva la consigna de poner en evidencia a estas organizaciones políticas que se le enfrentan en este proceso electoral que ya está en camino.

Dos hechos, casi simultáneos en donde dos personajes identificados con las siglas opositoras, dan muestra de que, bajita la mano, ya están trabajando para descalificar, primero, a quienes están en su contra.

Sin dejar a un lado la responsabilidad que tengan, cuestión que deberá ser probada fehacientemente por las autoridades encargadas de este asunto, tanto el ex Gobernador del Estado de Puebla, Mario Marín, como el empresario Alonso Ancira, son las cartas políticas que el mismo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pudo estar guardando para los momentos precisos, es decir, en este desarrollo del proceso electoral, donde se sabe que todos los contendientes mostrarán todas sus estrategias para vencerse mutuamente.

Los dos casos de que se habla en estos momentos, eran pendientes de hace mucho tiempo, sin que nadie moviera un dedo para poder ejecutar la orden de aprehensión y la extradición que ya se habían considerado con anterioridad. No se corría prisa por hacer justicia, que bien merecen, por un lado, la periodista Lidia Cacho, y por el otro lado, el propio pueblo mexicano, con la puesta en el banquillo de un empresario, quien hasta ahora, se considera como un defraudador del erario público nacional.

Es preciso poner en marcha estos propósitos presidenciales, pues esto, sin duda alguna, pegará mucho en el ánimo de los ciudadanos mexicanos, porque supuestamente, se está haciendo justicia en este gobierno, lo que en mucho le estará ayudando a Morena, para conseguir las posiciones necesarias que le permitan al mismo mandatario nacional, seguir conservando la mayoría en el congreso.

Golpes de esta naturaleza vendrán en escalada, pues al parecer se aprovecha como  parte de una guerra político electoral. Despertarán el caso de Emilio Lozoya, ahora que Ancira, ya se encuentran en poder de las autoridades, situación que le dará seguimiento a este escándalo nacional, que sin duda, apartando la responsabilidad que pudiera surgir para cada uno de los imputados, todo parece combinarse para aprovechar el momento político que vive el país. A ambos personajes, hoy detenidos en México, se les atribuye delitos, pero también la oportunidad de descalificar a los partidos políticos de oposición, principalmente, al Partido Revolucionario Institucional. De esta manera, comienzan, bajo la mesa, los primeros golpes propinados por el poder político nacional, en contra de quienes buscan, a través del voto popular, quitarle a Morena, la mayoría en el congreso federal, así como en algunos de los Estados de la República, estabilizando el orden político y legislativo, así como el equilibrio en las decisiones que se tomen como parte de lo que se necesita en México, de acuerdo a las consideraciones de partidos y gran parte de la opinión pública del país.

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RESULTADOS DE LA IMPROVISACIÓN EN EL GOBIERNO. 

TANTO LA SECRETARÍA de salud, como todo el sistema de gobierno que tiene a su cargo la responsabilidad de enfrentar los problemas surgidos por la presencia del virus que está atacando al país desde el mes de marzo del año pasado, no previeron, es decir, no tuvieron, en determinado momento, la capacidad para darse cuenta de todo lo que sucedería en el arranque de la vacunación de las personas mayores, convocadas a través de una página de internet, para su debido registro dentro de este proceso de vacunación, correspondiente a los quince millones de adultos que de acuerdo con la calendarización anunciada recientemente, sería en este mes de febrero cuando se tuvieran que inmunizar.

Sin vacunas y con un improvisado sistema para organizar la vacunación masiva de las personas mayores, el gobierno desencadena, nuevamente, otra decepción ciudadana, sobre todo, en estos difíciles momentos que están pasando todos los habitantes de esta nación, ante la desesperación de no tener las defensas adecuadas para enfrentar la pandemia que cada día suma contagios y muertes en todos los rincones del territorio nacional.

Cerca de los dos millones de contagios y ciento sesenta mil muertes por esta enfermedad, dan un panorama aterrador y evidencian la incompetencia de quienes gobiernan este país. Así de simple.

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LA IRRESPONSABILIDAD DEL PRESIDENTE.

¿HACÍA FALTA QUE EN SU calidad de Presidente de la República, López Obrador, se contagiara, para que tomara en serio la recomendación de las autoridades sanitarias, principalmente, en el uso del cubre bocas, que ha servido en gran parte para evitar contagios del Covid-19, y hasta prevenir otras enfermedades que normalmente se contraen por la boca y la nariz?.. Es pregunta, es pregunta.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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