Es curioso que los argumentos de los grupos antagónicos en Morena Veracruz estén respaldados en el mismo principio: el respeto a la voluntad de la militancia.
Y más curioso suena, si advertimos que ninguno de los dos frentes (los emisarios del gobernador, Cuitláhuac García, y los que promueve –¿o acelera?- Gonzalo Vicencio) se pueden arrogar la representación de todos aquellos que portan una credencial del partido de López Obrador.
Y no lo pueden hacer, porque ninguno consiguió ese privilegio mediante un proceso interno en el que se les haya pedido opinión a los partidarios de Morena.
Y no se les pidió opinión porque, por temor, por estrategia o simple desidia, decidieron resolver la renovación de la dirigencia estatal hasta que se definiera el relevo en la dirigencia nacional, y esta última se prolongó tanto, que se rebasaron los tiempos y fue imposible, por las limitantes que establecen las leyes electorales, llevar a cabo ese proceso antes de las elecciones del próximo 6 de junio.
No sólo eso. La indecisión del Comité Nacional de Morena para resolver el vacío de liderazgo en Veracruz, colocó a ese partido en una grave condición que ha desembocado en los brotes de protesta que en los días recientes se han presentado.
Ya en este mismo espacio advertimos que los aliados de Morena (Partido Verde y Partido del Trabajo) avanzaban con pasos firmes en la conformación de sus propuestas para la definición de candidatos, pero su trabajo se topaba con la ausencia, en la mesa de negociaciones, de un emisario de Morena con capacidad de decisión.
Esos acuerdos finalmente se dieron. Fue en la ciudad de México y al encuentro fueron convocados, además de los representantes del PVEM y del PT, los operadores designados por el gobernador (Esteban Ramírez Zepeta y Juan Javier Gómez Cazarín) así como el legislador federal por Papantla, Jaime Humberto Pérez Pardavé, que llevaba la opinión del superdelegado en Veracruz, Manuel Huerta.
En una decisión que no deja de ser extraña, a dicho encuentro no fue convocado el que ocupa –al menos de manera administrativa- las funciones de dirigente de Morena en Veracruz, Gonzalo Vicencio.
Esta actitud del comité nacional de Morena provocó la reacción que estamos viendo. Desde hace varios meses Gonzalo Vicencio se apropió del membrete de “secretario general en funciones de presidente” de Morena y con esa credencial se dedicó a recorrer el estado y ofrecer (“a muy buen precio”, dicen) candidaturas a diestra y siniestra.
De pronto, que la definición de esas candidaturas se haya dado en el Comité Nacional y que no haya sido tomada en cuenta su opinión, lo mete en un severo problema, por lo que no encontró otra opción que hacerse pasar como la “víctima de una conjura” y desconocer cualquier acuerdo que el comité nacional hubiera hecho con los representantes del gobernador.
Lo que hoy busca Vicencio es alterar a tal grado el ambiente político en Veracruz, que finalmente tengan que enviarle un emisario de la capital del país y revisar sus propuestas, de manera que también le toque una rebanada del pastel.
Pero mientras esperan a que eso suceda, los días pasan y la alianza “Juntos Haremos Historia”, ya registrada ante los órganos electorales, sigue sin tener nombres y apellidos, lo que pudiera tener altos costos el día de los comicios.
Óscar Cantón Zetina, enviado como delegado para la Tercera Circunscripción Electoral (que incluye a Veracruz) ya se lavó las manos. Su tarea es trabajar en el diseño de la estrategia para la contienda federal, y no tiene entre sus instrucciones ninguna injerencia en el proceso interno de Veracruz.
“Ante el cargo acéfalo de Presidente del partido, hoy mismo propondré al Comité Ejecutivo Nacional que haga las tareas necesarias para la designación de un Delegado en funciones de Presidente para el Estado de Veracruz y que de inmediato asuma sus tareas. El Comité Ejecutivo Estatal está integrado en el resto de su estructura pero es necesario que haya una cabeza en absoluta armonía”, dijo.
Y mientras, el lío crece y se corre el riesgo de que se salga de control.
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Epílogo.
A propósito de la competencia por los cargos de elección popular en Xalapa, en las últimas semanas ha ido creciendo una propuesta fresca e innovadora, surgida desde el interior de Morena. Se trata del abogado Juan Rivas Contreras, quien participa en el proceso interno de su partido para ganarse el derecho de competir por la diputación federal en Xalapa Urbano. *** Una impecable trayectoria, tanto en lo académico como en lo profesional, y su indiscutible compromiso y lealtad con el movimiento de la Cuarta Transformación, lo convierten en factor a considerar para la contienda electoral que tendrá lugar este año. No lo pierda de vista. *** El empresario Rubén Carrasco, más conocido como “El Coyame”, sigue caminando para hacer realidad los proyectos de inversión que se ha propuesto echar a andar. A partir de la ubicación del sitio donde habrá de instalar la planta pasteurizadora de leche, en Acatlán, le han surgido invitaciones para dialogar con las agrupaciones ganaderas de la región. *** El pasado martes se entrevistó con el dirigente de la Asociación Ganadera de Colipa, Renato Viveros Salazar; con el profesor Ricardo García Libreros, de la Asociación Ganadera de Yecuatla; con Cándido Salamanca Varela, de la Ganadera de Miahuatlán, y con Jesús Hernández, de los ganaderos de Naolinco. También dialogó con la representación de los productores de leche de Tenochtitlán. Todos han mostrado su entusiasmo con el proyecto y su plena disposición para apoyar a Rubén Carrasco para el crecimiento de la región. *** En Tlapacoyan, mientras tanto, cada vez se hace sentir más el trabajo de gestión y la identificación con las zonas más vulnerables, por parte del abogado Carlos Gámez Paredes. Es, sin duda, la carta fuerte de la alianza “Juntos Haremos Historia” para ese municipio que hoy gobierna (con muy malos resultados) una representación del PAN. *** Justo cuando la noticia de la semana era la iniciativa preferencial que había enviado el Presidente Andrés Manuel López Obrador para la creación de una nueva Ley de la Industria Eléctrica, la Suprema Corte de Justicia (SCJN) se encargó de enfriar los ánimos en Palacio Nacional, pues invalidó elementos centrales de la denominada “Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional”. *** Al resolver la Controversia Constitucional 89/2020, la Suprema Corte indicó que ese instrumento elaborado por la Secretaría de Energía “invade las facultades de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), viola el derecho de libre competencia y da una ventaja indebida a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”. *** La Segunda Sala de la Corte invalidó 22 disposiciones de la Política de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, por cuatro votos a favor y uno en contra. La única ministra que votó en contra fue la presidenta de Sala Yasmín Esquivel Mossa, quien –casualmente- llegó a la Suprema Corte propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
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