Hasta ahí las cosas iban bien, pero la mentira se descubrió cuando la secretaría de Protección Civil estatal dijo que nunca hubo un incendio en Tamaulipas el 28 de diciembre (día del apagón). Y que el documento que la CFE presentó como prueba de los hechos era apócrifo, ya que la firma que llevaba ni por asomo se parecía a la del titular de la dependencia.
Trabado en la maroma y ridiculizado a nivel nacional, el director de la CFE Manuel Bartlett Díaz, fue a lloriquearle al presidente. Y éste en lugar de correrlo por mentiroso, incompetente y tirador de sistemas, la agarró contra Cabeza de Vaca con quien nunca se ha llevado bien.
El juicio de desafuero que aprobarán tanto diputados como senadores va para largo, entre otras cosas porque el Congreso Federal deberá turnar la petición al Congreso de Tamaulipas donde quizá se atore, ya que la mayoría de los legisladores son panistas, partido donde milita el gobernador. Pero el calambrazo y el insomnio que padecerá por meses ni quien se lo quite.
Como era de esperarse el Presidente López Obrador negó estar metido en el ajo. “No es mi fuerte la venganza, pero no seré tapadera de nadie”. Y también como era de esperarse, el Fiscal Alejandro Gertz Manero negó que el asunto tenga visos ajenos a un proceso meramente judicial: “No podrá darse ningún caso de que esto sea una venganza de tipo político…”
Allá ellos en su inocencia si piensan que les creyeron.
Si en verdad el gobierno de la 4T va contra los funcionarios ladrones y corruptos “caiga quien caiga” debería investigar en el resto del país donde abundan como plaga de langostas.
Un caso específico es Veracruz que adolece de un gobernador como Cuitláhuac García incapaz, falto de autoridad y sospechosamente corrupto. Un gobernador que ha permitido el desvío de recursos y ha sido opaco en el manejo del presupuesto. Un mandatario estatal que ha mirado hacia otro lado mientras sus cuates, disfrazados de funcionarios públicos, se enriquecen groseramente y sin el menor pudor.
Un gobernador que no sabe qué hacer con el presupuesto. Hasta junio del año anterior llevaba un subejercicio de más de 72 mil millones de pesos. Es decir, no ejerció y regresó a la Federación el 46.28% de los 155 mil 900 millones de pesos que la misma Federación le envió para que los convirtiera en obras.
Si bien Cuitláhuac no está acusado de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita ni de fraude fiscal equiparado como García Cabeza de Vaca, carga sobre su espalda los señalamientos arriba mencionados, además de observaciones por 2 mil 691 millones de pesos que le hizo la Auditoría Superior de la Federación, sólo al primer año de su gobierno.
Ni Duarte en sus buenos tiempos.
Quizá en su ignorancia, porque el pobre ignora muchas cosas, dijo que las observaciones “no son graves”. Como si la desaparición, desvío o evaporación de más de 2 mil millones de pesos fuera lo mismo que perder la quincena.
Si no aclara el paradero de ese dineral en los 30 días que da de gracia la ASF, estará dando elementos a la justicia para que lo echen de la gubernatura por la puerta de atrás.
¿También para él pedirá juicio de desafuero la Fiscalía del señor Gertz Manero?
No, por supuesto que no. En México la justicia se utiliza para cobrar venganza contra los enemigos y nunca contra los amigos y lacayos.
Sin pretender defender al gobernador tamaulipeco pregunto. Si aparte de lo que lo acusan Cabeza de Vaca fuera violador, miembro activo de la 4T y amigo de Andrés Manuel ¿alguien se atrevería a tocarlo?
Cuitláhuac vive una situación bien diferente. Aunque hay elementos para fincarle un juicio de procedencia, no veo a los legisladores federales ni locales bajando el pulgar para chisparlo de la gubernatura. Y menos lo veo en manos de un juez como los que hay en Pacho.
La única esperanza (leve, pero esperanza al fin) que tienen los veracruzanos de verlo lejos de Palacio de Gobierno es la revocación del mandato.
Pero tiene que ser revocación y no otra cosa. Porque si es consulta popular ya estuvo que ganará con una votación abrumadora. Más amplia que con la que venció a Miguel Ángel Yunes Márquez hace poco más de dos años.
Reprueba Marlon el “cambio” de la 4T
“La reversa también es cambio, y el cambio que está ocurriendo en el país es el peor que nos puede pasar”, afirmó Marlon Ramírez Marín, presidente estatal del PRI, durante la sesión en la que Miguel Ángel Díaz Pedroza, tomó posesión como titular de la Comisión de Ética y Justicia Partidista del PRI, en sustitución de Raúl Ramos Vicarte que ahora preside la Comisión Estatal de Procesos Internos.
En la sesión a la que asistió la plana mayor del priismo veracruzano y fue presidida por Carlos Aceves Amezcua, secretario técnico del Consejo Político Estatal, Ramírez Marín aseguró que México va en retroceso, y la muestra son los resultados que dio a conocer el órgano de fiscalización donde tanto el gobierno federal como el estatal salieron muy mal parados.
Agregó que la alianza entre el PAN, PRD y PRI tiene como objetivo no el que no ganen otros partidos, sino que gane Veracruz, que gane el PRI, así como los hombres y mujeres que todos los días hacen con su trabajo y dedicación un mejor estado.
Sobre Díaz Pedroza, dijo que es una persona de gran trayectoria, un profesional de la política: “servidor público que hoy con una gran modestia, acepta venir a trabajar al partido”.
En la sesión se aprobó también la modificación al convenio de coalición flexible, con la finalidad de postular candidatas y candidatos a los cargos de alcaldes, síndicos y diputados para el proceso electoral 2020-2021, que fue firmado por los dirigentes del PAN, PRI y PRD, y aprobado y registrado por el OPLE, el 6 de febrero de este año. En dicha modificación se aumenta el número de municipios en coalición, sumando noventa, con treinta para cada partido político.
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