El año pasado sufrió la peor afrenta, que, en realidad, por extensión, fue para el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y que cubrió a todo su gobierno: el rechazo de la Corte a la Reforma Electoral, que exhibió la pobreza del equipo legal tanto del Gobierno del Estado como de la Legislatura y del consejero del OPLEV que sustanció la idea del autor, el secretario de Finanzas.
Ahora, la SCJN le dio un nuevo revés al cuitlahuismo en el Congreso ordenándole que restituya en sus cargos a los integrantes del ayuntamiento del municipio de Mixtla de Altamirano, en la Sierra de Zongolica, que la diputación de Morena y sus títeres depusieron en 2019, manipulando la ley, según la Corte, para imponer un Concejo Municipal afín al palacio de gobierno.
En síntesis, la Corte dice que los diputados actuaron fuera del marco de la ley, contradiciendo el texto de la Constitución.
Este es, por ahora, el último de los atropellos a la ley que les echa abajo la Suprema Corte, lo que confirma el abuso con el que han actuado, y lo verdaderamente llamativo es que la mayoría de estos señores se postularon buscando que el electorado los reelija, pretensión que resulta preocupante.
El próximo 6 de junio se presenta la gran oportunidad para corregir la situación. El electorado, los ciudadanos veracruzanos tendrán la gran oportunidad para echarlos y evitar más daño a los intereses de Veracruz.
Por fin, Cuitláhuac da la razón a personal médico
¡Albricias! ¡Por fin, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez escuchó el reclamo del personal médico porque no les han aplicado la vacuna antiCovid-19! Ayer se hizo eco del clamor de los de bata blanca, consideró el reclamo legítimo e, insólitamente, fue más allá: dijo que llevaría su petición al gobierno federal.
La verdad, me fui para atrás. En lo que va de este gobierno no había ocurrido algo similar. Me dije que, ahora sí, asomaba un cambio. Mire que atreverse a llevarle un reclamo a AMLO. Hacía tanto calor que hasta me dije que la decisión merecía un brindis, y que me preparo un trago.
Pero apenas daba el primer sorbo cuando leí su argumento por qué recogía la demanda. Leamos el párrafo de la reportera Claudia Montero: “Sí me preocupa, mi familia es de doctores... primos, sobrinos, hermana, hermano, son doctores y viví de cerca esa situación. Por lo tanto no soy insensible, por eso dije: ‘Reciban, que es un reclamo legitimo’, no está politizado. Es legítimo y vamos a llevar esa petición a la Federación” (alcalorpolitico.com).
¡Zas! ¿O sea que si no le hubiera llegado la lumbre a los aparejos en las personas de sus familiares se hubiera hecho de oídos sordos? ¿O sea que solo si a alguien de su familia le pasa algo se sensibiliza y entonces actúa? ¿O sea que si a su juicio considera que un reclamo está politizado lo ignora? ¿O sea, algo le preocupa solo si puede afectar a los suyos?
Había pensado que había recogido la demanda porque se trataba de personal médico veracruzano, expuesto todos los días. Pero, oh tristeza, no. Lo hizo motivado solo por el interés de sus familiares. Y no lo dijo alguien de la oposición o un periodista crítico, no. Lo expresó el propio titular. Me eché el trago de un solo golpe, para amortiguar.
¡No alcanzaron los candidatos!
Tenía que suceder. Son tantos los partidos políticos que participan en Veracruz en el proceso electoral, 14, que no alcanzaron los candidatos a presidentes municipales para que todos los partidos estuvieran representados en los 212 municipios.
Creo que con excepción del PRI, el resto de los partidos no pudo llenar la nómina de toda la geografía estatal, si bien el PAN y el PRD están representados en la integración de las planillas en todos los municipios pero por la alianza con los tricolores.
Tengo entendido que durante las negociaciones intrapartidos, hubo un momento en que el PAN de plano dijo que no tenía candidatos ganadores en algunos municipios y le cedió al PRI la oportunidad para llenar los espacios.
En el caso del PRD, esta vez encabeza 148 candidaturas, un crecimiento considerable si se toma en cuenta que en la elección de 2017 presentó solo 70 candidatos a alcaldes.
Morena, el partido en el poder, que debiera ser el partidazo, presentó candidaturas a alcaldes en solo ¡141 municipios!, y eso porque le rogó a muchos aspirantes del PAN, del PRI y de otros partidos que les hicieran el favor de contender bajo sus siglas y colores, cuando no a algunos de plano los amenazaron para que aceptaran.
Podemos casi cubrió todos los municipios, 194 de 212, Unidad Ciudadana 187, Todos por Veracruz 182, Fuerza por México 189, PES 145, PVEM 105, un número considerable si se toma en cuenta que en 2019 presentó solo 35.
Llama la atención Morena, del cual aquí he dicho que más que un partido es solo un movimiento que no tiene estructura partidista y, ya vemos ahora, tampoco candidatos propios, con unas cuantas excepciones, lo que nos dice que no han formado cuadros y los pocos que tienen, de verdaderos militantes, los ignoran.
El reto es para los nuevos partidos, porque por lo menos deben obtener 100 mil votos para conservar su registro.
¿Hay calidad en toda esa numeralia? Lo dudo. Sigo afirmando que algunos partidos jalaron al primero, a la primera que iba pasando frente a sus oficinas cuando tenían que decidir y ahí mismo los vistieron de candidatos.
No habrá mucha calidad pero, ¡aguas!, eso sí, la próxima semana nos aturdirán con tanto ruido que van a hacer sobre todo en las redes sociales.
Se impuso Marlon
Debió haber estado reñida la disputa por la posición número uno de la lista de candidatos a diputados plurinominales locales del PRI, sitio de honor que daba por hecho el diputado federal Héctor Yunes Landa. Pero no. Finalmente se impuso el dirigente estatal Marlon Ramírez Marín y aseguró una curul. Con él, también tiene su banca segura la diputada federal Anilú Ingram Vallines, quien va en la posición dos. A Héctor lo colocaron en la posición tres, donde tiene la posibilidad de colarse, según se den los resultados el 6 de junio. Marlon, en automático, formará parte de la Junta de Coordinación Política y seguramente presidirá la bancada de su partido. |