LO QUE ni partidos políticos, ni legisladores de oposición, ni tampoco la propia sociedad, han querido enfrentar, el Instituto Nacional Electoral, lo está logrando, haciendo valer su fortaleza como institución frente a los excesos del gobierno y particularmente del poder acumulado en la figura del Presidente de la República.

Hasta ahora, ha sido, de alguna manera, el organismo electoral, quien en tiempos políticos inéditos, ha puesto en su lugar al representante del poder ejecutivo federal, pues como bien se sabe y ha quedado en evidencia, que los demás poderes, es decir, legislativo y judicial, han dado muestra de una sujeción directa a lo que dispone, desde Palacio de Gobierno, el famoso Presidente, en turno.

Quiérase o no, el INE, se ha convertido en contrapeso político del Presidente, al no dejar que se cumplieran sus caprichos electorales, en una evidente injerencia del poder en asuntos que solamente le corresponden a los partidos políticos, a los ciudadanos y a las instituciones que tienen la responsabilidad de organizar y vigilar que cumplan, al pie de la letra, con todos los lineamientos generales establecidos en la ley.

Esa es, en cierta forma, el berrinche más grande que tiene el Presidente, en contra del Instituto Nacional Electoral, que se ha interpuesto en sus afanes de concretar una dictadura, en materia electoral, aunque en el poder legislativo, le permitan hacer lo que le venga en gana, con la discreta contribución de los tribunales, que en principio también le siguieron el juego y echando marcha atrás, cuando vieron la fuerte oposición del INE, principalmente de sus dos más aguerridos consejeros.

Ante tales circunstancias, el mandatario ha llegado a la amenaza de hacer desaparecer a este organismo electoral, para cuando hayan pasado las elecciones intermedias, pensando que vendrá, casi de inmediato, el proceso electoral correspondiente a la sucesión presidencial, donde también, pase lo que pase en estas elecciones del mes de junio, el Presidente, volverá a insistir en dar por terminadas las funciones del Instituto Nacional Electoral, más si continúa teniendo la mayoría en el Congreso federal.

Por ahora, el Presidente de la República, no ha cesado en intervenir en el proceso electoral, utilizando todos los días la mañanera, para atacar a los adversarios políticos de su partido, sin que hasta este momento, haya sido sancionado como lo prevén las leyes electorales.

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AHUED, ENTRE DOS FUEGOS.

DERIVADO DEL ENFRENTAMIENTO político electoral, es común que el candidato a la Presidencia Municipal de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuill, reciba, de sus adversarios, constantes acometidas para impedirle su paso hacia el triunfo electoral por la posición política más importante en este momento dentro del Estado de Veracruz.

Es natural y hasta podría decirse, bastante pasajera, esta ola de descalificaciones, que si no son de una manera personal, sí se reflejan en las redes sociales y en algunos casos de los medios de comunicación.

Pero que tales y ocultas arremetidas surjan desde las bases donde se supone que debiera ser protegido, no tienen nombre, por cuanto corresponde a su ejecución, aunque identificados, seguramente ya están quienes han ideado las estrategias para hacerlo sucumbir ante cualquiera de los demás candidatos a la ansiada alcaldía de esta capital veracruzana.

Y es que, hay que decirlo, existe un profundo interés para sacarlo de la jugada, cuanto antes, mejor, puesto que representa un obstáculo difícil de superar para cuando se tenga que disputar la candidatura a la gubernatura del Estado.

Estos son, sin duda, dos fuegos enemigos que el empresario y Senador con licencia, tiene que procurar superar, principalmente, en estos días que le restan a la campaña política que lleva a cabo.

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EQUILIBRIO POLÍTICO ELECTORAL.

PARECE QUE CONFORME pasan los días y las campañas políticas se van acrecentando, las preferencias de los principales personajes que buscan la Presidencia Municipal de Xalapa, se van equilibrando.

Esto se debe, en gran parte, a la participación de importantes actores políticos que en pasadas elecciones, no estuvieron en las boletas electorales. Hoy, ya se dio por hecho que por lo menos cuatro candidatos que buscan la misma posición, están sorprendiendo a la ciudadanía de esta capital, tanto por sus propuestas como por la imagen que han estado proyectando dentro de sus respectivos recorridos proselitistas.

Ya hemos comentado que Ricardo Ahued Bardahuill, de Morena, y David Velasco Chedraui, de la coalición PAN, PRI, PRD, parecían ser los más idóneos para que la ciudadanía pudiera escoger. Sin embargo, hay muchas más opciones, entre las que destacan la de Cinthya Lobato Calderón, de Unidad Ciudadana, y José Alberto Pérez Fuentes, del Partido Encuentro Solidario, quienes han estado ascendiendo en sus preferencias electorales y esto es indicativo de que habrá, en próximo seis de junio, una verdadera y democrática participación políticas en las urnas.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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