ES UNA triste realidad, pero a la vez, preocupante situación, que el gobierno federal y estatal, se encuentre operando políticamente con la finalidad de retener el poder que alcanzó en las elecciones pasadas del primero de julio del año dos mil dieciocho.

Pero no es extraño ni cosa del otro mundo, porque en otros gobiernos, presididos por otros partidos políticos, también se han puesto a funcionar mecanismos de esta naturaleza con la finalidad de obtener las victorias electorales a como dé lugar.

Sin embargo, es de distinguirse en este periodo gubernamental, la puesta en marcha de muchas estrategias políticas que no son nada aceptables, principalmente, porque se juega, sin recato alguno, con recursos públicos y con las enfermedades y la vida de muchos mexicanos.

Así, hemos visto como se compra el voto a través de los programas sociales, donde el gobierno, no resuelve nada de la vida de cada uno de sus gobernados, pero los mantiene presos, secuestrados, propiamente, por una pequeña tajada, la cual, por cierto, no viene de los bolsillos de los gobernantes, sino del pueblo mismo, pues se trata de recursos públicos, obtenidos a través de la recaudación fiscal y de otros ingresos no contemplados, precisamente, en este proceso de aportaciones que los propios ciudadanos hacen al erario público.

Y para no ir lejos, la pandemia que todavía se encuentra soportando el pueblo mexicano, ha caído, en verdad, como anillo al dedo de este gobierno, pues ha nacido la necesidad de encontrar hospitales, medicamentos y sobre todo, vacunas, lo que ha sido una de las más repugnantes operaciones políticas, al aprovechar esta situación, porque su aplicación, regulada por el Estado, se ha manejado conforme a sus propios intereses políticos. Esto es jugar con la salud, pero sobre todo, con la vida de los propios mexicanos.

No se puede considerar una concesión graciosa que trata de hacer el gobierno, aplicando las vacunas y enviando permanentemente el mensaje de que se trata de un beneficio otorgado por esta administración, cuando en realidad y esto no lo hacen público, que esta es una obligación constitucional del gobierno y que se hace con recursos públicos, aunque la propia constitución, se la pasen por el arco del triunfo, nada más.

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LOS TRES HOMBRES DEL PRI.

AUNQUE VAN COMPITIENDO a través de una alianza, integrada por los partidos políticos más importantes y tradicionales de la vida pública de Veracruz, no dejan de ser importantes propuestas que provienen del seno, precisamente, del partido tricolor. En ese sentido, se tiene que aceptar que tanto Pepe Yunes, como Américo Zúñiga Martínez, y Adolfo Mota Hernández, son puntos especiales de referencia en esta futura contienda electoral, donde nadie de los tres tiene que perder, sino al contrario, sumar de sus propias fuerzas, para que otros candidatos logren, de la misma manera, los triunfos que se necesitan en dicha organización política.

Por ahora, todo parece indicar que los tres hombres del PRI, son plena garantía de triunfo electoral, aún cuando las circunstancias podrían interponerse en su contra, considerando que los tiempos políticos pasan y la presencia de los propios candidatos sufren merma.

Sin embargo, en estos tres distritos electorales, todo indica que los triunfos serán seguros, sobre todo, porque la actividad política de los mismos, no terminará en las elecciones del seis de junio, sino al contrario, los tres personajes a los que nos hemos referido, tienen, desde ahora, una función muy especial asegurada para lo que viene en relación a la sucesión gubernamental del dos mil veinticuatro.

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CON MARLON, EN PRIMER LUGAR, BUENA DECISIÓN.

YA SE SABE QUE el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Marlon Ramírez Marín, va encabezando la lista de candidatos plurinominales, a una diputación local.

Esto ha sido una gran noticia para quienes conocen de cerca al Presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor, quien, por cierto, se ha fajado permanentemente para mantener el sitio que le corresponde a su organización.

La propuesta que se ha concretado para que Marlon, vaya en la primera posición, no es más que el reconocimiento de la militancia política priista, de la dirigencia nacional y del Estado, donde bien han logrado apreciar el trabajo, la voluntad y los esfuerzos que ha realizado el líder en las distintas tareas partidistas.

No falta quien haya considerado una buena decisión, el hecho de que Ramírez Marín, se consolide de esta manera, como un hombre clave para las funciones legislativas que tendrá la futura fracción política del PRI, en la legislatura local.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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