La premisa de ir por el rescate del Poder Legislativo no solo para equilibrar los poderes que darán equilibrio a nuestra endeble democracia, sino para atajar los abusos de poder del ejecutivo que está llevando a México a una nueva Venezuela, asoman esperanzadores.
En Veracruz la 4T ya no sabe como contener a una ciudadanía entusiasta y presta al cambio a partir del 6 de junio.
Por más acciones de autoridad y cárcel contra candidatos y ciudadanos promotores del voto de castigo, esto ya nadie lo para.
Alienta saber que hay plazas que ya desde ahora, a 27 días de las elecciones, se están definiendo como resultante del malestar ciudadano ante el abuso de autoridad y las malas decisiones que han llevado a la república a la ruina.
Ya por lo pronto, a cuatro semanas de las elecciones, las empresas demoscópicas arrojan tendencias.
Es el caso de la llamada tercera circunscripción federal difícil para la alianza PAN-PRD-PRI debido a que son los estados hasta el 2018 bajo el control de Andrés Manuel López Obrador, como son Campeche, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Yucatán en donde Morena arrasó de manera inobjetable -en Veracruz tan solo levantó dos millones de votos en 2018-.
Hoy, sin embargo, la ruleta electoral da una voltereta. En Veracruz, la voluntad ciudadana está por registrar un giro de 180 grados.
De acuerdo con la encuesta de Massive Caller, Pepe Yunes aventaja en el Distrito 9 de Veracruz, ventaja que habrá de ampliarse al 6 de junio ya que su contrincante Carmen Mora García, jamás se presentó a recorrido alguno convencida de que el “Efecto Peje” le llevaría a su domicilio el triunfo.
Así, la coalición “Veracruz Va”, avanza.
Es el caso de Nereyda Santos Hernández, quien juega la diputación federal por el Distrito 11 de Coatzacoalcos, también bajo la sombrilla de la alianza ¡Va por México! quien, gracias a su impecable trayectoria médica al servicio del prójimo, goza de amplia simpatía y respaldo ciudadano.
“Soy un ejemplo de justicia hacia el género”, dijo tras registrar su candidatura.
En la Coalición, sin embargo, se perciben atorones como es el caso del desacreditado Adolfo Mota Hernández rezagado por el desprestigio que arrastra y por esconderse bajo las siglas del PAN ya que su partido, el PRI, lo vomita. Malamente pensó que vistiéndose de azul pasaría desapercibido, no fue así.
Otros impresentables del PRI andan escondidos abrazados a la esperanza de que el voto masivo los lleve, nadando de a muertito, al triunfo.
Como fuere, es un hecho que en materia electoral nada está escrito.
La coalición funciona y como dice la canción, el final se acerca ya. Morena vive sus estertores porque la ciudadanía ya tomó una decisión que no es precisamente en su favor por más que el desaforado presidente grite ¡Traición a la Patria!
Y ¡Espérate, hermano! tras las elecciones el paso siguiente será la “Revocación del mandato” no solo para el Peje, sino para sus amanuenses como Cuitláhuac García Jiménez, quien para marzo del año próximo tendrá que estar haciendo maletas porque en una de esas más que irse a su casa, será llevado a Pacho, más que por ratero, por tonto.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo |