Por eso es que es muy importante que los candidatos a cargos de elección popular cumplan con este mandato ciudadano, que desafortunadamente aún no está regido por ley, pero que sí serviría para demostrar que son personas probos en los cuales se puede confiar.
La pregunta es, ¿Por qué las autoridades electorales no llaman a los candidatos a cumplir con esta declaració? Y la respuesta es porque no está en la Ley, es tan solo un ejercicio de transparencia que ha exigido la ciudadanía para que los candidatos demuestren que así como ofrecen ser diáfanos posteriormente en el ejercicio del poder, también lo pueden ser al pedir el voto, es decir antes de la elección.
La 3 de 3 es una iniciativa anticorrupción de la sociedad civil mexicana, impulsada por Transparencia Mexicana y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y los únicos candidatos que sí deben por ley presentar sus declaraciones patrimoniales son aquellos que para serlo debieron presentar renuncias a los cargos públicos que ostentaban. A esos la Ley General de Responsabilidades Administrativas sí se los exige y es muy importante pues se puede conocer la coincidencia entre los ingresos y los cargos que han tenido con anterioridad los candidatos, así como su evolución patrimonial.
En el caso de la declaración fiscal anual es obligación de ley para aquellos ciudadanos que deban hacerlo de acuerdo con la actividad empresarial que realicen o aquellos que por los servicios que presten devenguen algún tipo de ingresos. A esos candidatos los obliga la Ley pero el INE no es el órgano competente para exigirlo.
En cambio, la declaración de intereses es libre, no hay ley que obligue a nadie a presentarla o darla a conocer; se trata de un mandato ciudadano. Esta declaración se refiere a las actividades o relaciones que podrían interferir con el ejercicio de las funciones o la toma de decisiones de un candidato ya como servidor público, tanto del declarante como de sus familiares en primer grado y dependientes económicos.
Y ahí es donde radica la importancia de la 3 de 3. No es ley pero es un mandado ciudadano del que la mayoría de candidatos se burla y la burla va a quien en teoría, y conforme marca la Constitución, es el patrón.
Es decir, al que le están fallando los candidatos es al patrón, a usted, a mí y a todos los que pagamos sus sueldos con nuestros impuestos. ¿No debería entonces ser obligatorio que sí cumplieran con este mandato ciudadano?
Hasta que la ciudadanía haga valer la plenitud de su voz y la 3 de 3 se convierta en ley, la exigencia ciudadana seguirá siendo como un llamado a misa.
@frlicona |
