ME COMENTAN los que están más cerca del lugar donde se toman las decisiones nacionales, que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, tendría que decidirse por uno de los precandidatos que de alguna manera ya salieron al escenario nacional como posibles representantes de Morena, en la justa electoral del dos mil veinticuatro.

Es decir, que no se alargará más la lista, aunque haya muchos, dentro de su gobierno, que tengan los espolones necesarios para lograr los propósitos de la cuarta transformación, si es que así lo quiere el propio mandatario nacional.

Más todavía y reduciendo posibilidades de los que ahora se han mencionado, López Obrador, tomaría la decisión más importante de su vida en solamente tres de los que se mencionan continuamente para ser candidato del partido político que lo llevó al poder. Dicen, esas mismas voces, que hasta ahora, están en su ánimo Marcelo Ebrard Casaubón, por un lado y por el otro Claudia Sheinbaum, pero que habría un tercero, con quien no comulga del todo y que es la tercera opción que él mismo ha construido en la persona de Ricardo Monreal Ávila, y que todo dependerá del crecimiento de cada uno.

Es cierto, hasta donde se sabe, que López Obrador, no apoyaría de entrada al ex gobernador del Estado de Zacatecas, pero que lo ha dejado que se promocione para tenerlo presente en caso de que las condiciones políticas se enrarezcan. Quiere asegurar una continuación de sus proyectos, que por cierto, también se comenta, que Monreal, no seguiría, aunque fuera el propio López Obrador, quien lo apoyara para ser el candidato y después, posible Presidente de la República.

Pero, como la política es así, no se descarta que López Obrador, tenga que sacrificar sus proyectos con el fin de que Morena, siga gobernando el país, siempre y cuando no tenga otra posibilidad de sacar de la jugada a Ricardo Monreal. Los demás personajes que asomaron la cabeza, constituyen un plan “C”, por aquello de las dudas y de las circunstancias que también juegan un papel importante en decisiones de esta naturaleza.

Por lo pronto, Ricardo Monreal Ávila, arma ya su propia estructura, con la cual pelearía, hasta el final, la candidatura de Morena, ya sea con apoyo presidencial o sin él.

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LO QUE SUENA EN VERACRUZ.

TODO PARECE ADELANTARSE, como mucho se ha comentado, respecto de la sucesión en Veracruz, por lo que ayer mismo hablábamos de algunos proyectos políticos que ya se estructuran, principalmente, en torno a la figura del priista Pepe Yunes, pues a raíz de estos comentarios, muchos han hecho llegar sus opiniones en el sentido de que habría una buena participación política de muchos actores que forman parte de otros partidos menores, así como de los que ya se encuentran, aparentemente, en retiro.

Sin embargo, no es el único caso, pues como también lo hemos referido en este mismo espacio y en entregas anteriores de esta columna, hay quienes aseguran que Morena, mostraría plena confianza en Ricardo Ahued Bardahuill, quien ahora es el alcalde de Xalapa, electo, pero que todo el proceso que se llevó a cabo dentro de Morena, fue precisamente para acercarlo más a los veracruzanos, considerándolo como una opción principal, ya que están saliendo a la luz otras opciones que parten de Palacio de gobierno, pero que no tienen, ni siquiera, un pedacito de la dimensión política del próximo Presidente Municipal.

Ahora bien, si piensan que en las elecciones del dos mil veinticuatro, operará el mismo efecto del ahora Presidente, pues se están equivocando, porque las condiciones políticas cambian constantemente y más para ese entonces en que el Presidente, ya no aparecería en las boletas.

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¿Y QUÉ CUANTAN DE ROCÍO NAHLE?

SE DICE QUE EN POLÍTICA se deben de tomar en cuenta todos los detalles de la misma, es decir, que no está descartado que finalmente, Morena, se decida lanzar a la aventura política a la actual Secretaria de Energía, del gobierno mexicano, porque dice que sigue siendo Senadora de la República, con licencia, representando, precisamente, a la entidad veracruzana.

Solo que en este caso, al parecer, ningún veracruzano, la reconoce como su representante popular, aunque se encuentre en otra responsabilidad, ya que no tiene ninguna identificación política con los ciudadanos de este Estado, así como ningún contacto que la pudiera enlazar políticamente con los veracruzanos. De ahí que la opción no parece ser viable, más cuando, los votos han disminuido considerablemente para Morena, por lo que se requiere de un personaje más ligado con Veracruz, con sus necesidades y con alto prestigio de ser un buen administrador.

Veracruz, es un Estado, que dará sorpresas a la vida política del país, ya entrado en el asunto de la sucesión gubernamental, pues vienen nuevas generaciones de políticos que traen su propia visión política, aparte, muy aparte, de que aún hay políticos que ayudarían a esta transición de eclecticismo político.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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