Y no esperó mucho para soltar un bombazo que debió soltarse hace años. Al advertir que el PRI no puede darse el lujo de tener candidatos vulnerables sentenció: “Ni modo, los compañeros que tienen cola que les pisen que nos ayuden en otras tareas. No van a poder ser candidatos porque van a estar reventados. Se va a trabajar todo el tiempo sobre eso, todo el tiempo sobre eso, todo el tiempo sobre eso –dijo tres veces-. Tenemos que ser de francos y así tenemos que decir las cosas”.
En esta primera tanda de aplausos la mayoría fueron de pura cortesía, entre otras cosas porque a muchos de los asistentes les quedó el saco a la medida.
La segunda tanda vino casi de inmediato cuando tocó el tema del PRI de Veracruz porque narró las vicisitudes que ha pasado la dirigencia de ese partido encabezada por Marlon Ramírez y los priistas veracruzanos. “Quiero agradecer especialmente al priismo de Veracruz. Fíjense a todo lo que se enfrentan: a un gobierno local de Morena, a un ambiente de absoluto desprestigio, del antecedente de nuestro partido, porque quienes fueron nuestros representantes en el primer nivel están ahorita cumpliendo una condena.
“Se enfrentan a un proceso de división donde figuras emblemáticas del priismo veracruzano se fueron al Partido Verde Ecologista. Se enfrentan a un estado donde los azules tienen fuerza real. Y se enfrentan a una circunstancia de una tradición muy vinculada a disponer de recursos”.
En palabras llanas la tlaxcalteca dijo que Javier Duarte está en la cárcel y Fidel Herrera ya es del partido Verde.
Indicó que a pesar de ir con todo en contra el priismo de Veracruz fue capaz de registrar planillas en todos los ayuntamientos, de convencer a compañeros y correligionarios, de propugnar por alcanzar una regiduría, una presidencia municipal, una diputación local y una diputación federal. Fueron capaces de realizar campañas en todos los municipios y construir una alianza que parecía impensable.
En relación a la alianza dijo que fue estratégica primero para existir como oposición, luego para tener presencia mediática. Y lo trascendental, para mandar el mensaje de que las fuerzas democráticas del país querían poner un dique a los excesos absolutistas.
Casi al finalizar volvió a referirse a Veracruz y a un veracruzano en especial: “Hay un amigo al que quiero mucho, con el que vivimos una campaña muy intensa y la suerte y el contexto no nos favoreció. El presidente del partido me encomendó que platicara con él y él no quería participar porque sabía que era una elección muy dura y venía de una derrota. En ese sentido quiero agradecerle especialmente a Pepe Yunes que sea nuestro diputado federal. Muchas gracias Pepe”.
Si con estos consejos, advertencias y avisos de doña Beatriz los priistas no entienden que deben decirle adiós al clientelismo, al voto corporativo (que ya no existe), a los compadrazgos y a las candidaturas hereditarias.
Si se niegan a darle las gracias a los corruptos, a los maleantes, a los maleados y hasta a los vividores que mal que bien hicieron su chamba y mantuvieron vigente al viejo nonagenario por más de ochenta años, pero que ya deben irse.
Si el PRI se resiste a abrirle paso a las nuevas generaciones, a los cuadros de jóvenes brillantes y con ideas novedosas que abundan en el partido, que no lloren por lo que les pueda pasar en el 2024.
bernardogup@hotmail.com
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