Al pie de la letra.
Raymundo Jiménez García.
 

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La ruina Alemanista
2021-07-14

Antes de que en enero pasado huyera del país ante la amenaza de las autoridades hacendarias de proceder penalmente en su contra por un adeudo fiscal de 66 millones de pesos –correspondiente sólo al Impuesto Sobre la Renta de 2018–, hubo quienes llegaron a candidatear al empresario Miguel Alemán Magnani como una de las cartas fuertes del PRI para la senaduría o la gubernatura de Veracruz en 2024.


Por supuesto que después de la orden de aprehensión que obtuvo la Fiscalía General de la República en su contra, difícilmente el hijo del ex gobernador Miguel Alemán Velasco seguirá los pasos de su padre y de su abuelo, el ex presidente Miguel Alemán Valdés.


Pero independientemente de su situación jurídica actual, resultaba absurdo también suponer que Alemán Magnani sería la mejor propuesta del PRI para recuperar el poder en Veracruz, pues él y su progenitor fueron precisamente quienes junto con sus cómplices saquearon al gobierno del estado,  dejando al final de esa administración estatal (1998-2004) una deuda pública de 3 mil 500 millones de pesos que después con los gobernadores Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa se acrecentó quince veces más.


Tres meses después de haber entregado Alemán Velasco la gubernatura de Veracruz a Herrera Beltrán, su hijo anunció la constitución de Interjet, la aeroempresa familiar que inició operaciones el 5 de marzo de 2005. Según publicó recientemente el columnista Francisco Rodríguez, el junior se autoasignó un sueldo mensual de un millón de dólares –lo que suena disparatado– y colocó a familiares, amigos y cuates de parranda en puestos clave. La aerolínea, obviamente, tronó. Actualmente adeuda más de 5 mil millones de pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT), a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y a los 5 mil empleados, a los que dejaron de pagarles regularmente sus salarios y prestaciones laborales desde hace un año.


Con su papá en la gubernatura de Veracruz, Alemán Magnani fue obviamente un empresario “exitoso”.


En mayo de 2004, por ejemplo, Miguel Ángel Yunes Linares, entonces diputado federal del PRI, acusó que Alemán Magnani y su hermana Carla tenían acciones en las empresas “Z Film”, “Essenza Modelos” y “Z Publicidad”, a las que la administración estatal que encabezaba su padre favorecía con contratos millonarios. Igualmente denunció que Lorenzo Lazo Margáin, a la sazón jefe de la Oficina del Programa de Gobierno, había creado la compañía “Inventa Imagen” para servir de intermediaria en la contratación de servicios de publicidad en beneficio de los negocios de la familia Alemán.


Presumiendo información que le había sido aportada confidencialmente por el Consejo de Dueños de Equipos y de la Federación Mexicana de Futbol, Yunes señaló también que Alemán Magnani participaba con 70 por ciento de las acciones del club Tiburones Rojos de Veracruz, del cual el gobierno estatal poseía una participación accionaria mínima, no obstante que la franquicia del equipo escualo había costado al erario mil millones de pesos, según declaró en esa ocasión el diputado local priísta Alberto Arango de la Huerta.


En enero de 2005, cuando el gobernador Fidel Herrera ordenó auditar el fideicomiso de administración del club debido a que Alemán Velasco, de último momento, le había aportado al final de su sexenio 85 millones de pesos, el empresario taurino Rafael Herrerías Olea, amigo y presunto prestanombres de Alemán Magnani, declaró en tono arrogante: “el equipo es mío, ya que soy propietario del 80 por ciento de las acciones y el Gobierno de Veracruz únicamente tiene el 20 por ciento”, pese a que la administración alemanista había invertido 300 millones de pesos en la remodelación del estadio.


Entrevistado a los dos meses de iniciada la administración fidelista, Herrerías declaró que el Club Tiburones Rojos “es una sociedad donde hay cuatro votos nuestros contra dos de las autoridades, el equipo es mío, yo pongo a los directivos y vengo cuando se me da la gana”.


“¿Hay un distanciamiento con el gobernador Fidel Herrera? Usted ya no viene a los partidos”, le preguntaron los reporteros, a lo que el empresario taurino respondió colérico: “¿Quieren calentarme?”.


“Sólo le estamos pidiendo su opinión, le replicaron los periodistas. “Me están preguntando puras tonterías, mi opinión es que preguntan puras tonterías y yo estoy haciendo lo que se me da la gana”, expresó.


Visiblemente molesto, Herrerías mandó a los reporteros a preguntarle al gobernador Herrera Beltrán, asegurándoles que no dejaría al equipo de futbol, del cual seguía asegurándose que Alemán Magnani, el hijo del exgobernador, era el principal accionista.


“Yo me voy cuando a mí se me dé la gana”, retó Herrerías, mientras que posteriormente, entrevistado al respecto, el gobernador Herrera Beltrán anunció la intención de adquirir el 80 por ciento de las acciones una vez que concluyera el Torneo de Clausura 2005.


Como se recordará, los Tiburones Rojos de Veracruz retornaron al circuito de la Primera División en la administración del gobernador sustituto Dante Delgado Rannauro (1988-1992). Al inicio del sexenio siguiente, el gobernador Patricio Chirinos (1992-1998) decidió vender la escuadra a Televisión Azteca en 1995, y en 1999 la retomó Alemán Velasco  conjuntamente con la Cervecería Cuauhtémoc. Posteriormente la empresa cervecera vendió su participación accionaria al Grupo Pegaso, de Alejandro Burillo Azcárraga, familiar de los socios mayoritarios de Televisa, y en 2002 tomó el control del club el empresario Rafael Herrerías, muy allegado a la familia Alemán.


ALEMÁN MAGNANI EN FRANCIA


Por cierto, anoche trascendió que Miguel Alemán Magnani ya no se encuentra en Estados Unidos, a donde salió inicialmente hace seis meses, sino que ahora reside en Francia.


Según declaró su abogado Javier Mondragón, el hijo del ex gobernador Miguel Alemán Velasco salió de México en un vuelo privado en búsqueda de inversionistas que aporten recursos a Interjet, lo cual suena absurdo ya que el 90 por ciento de las acciones de la aerolínea ahora están en manos del empresario Alejandro del Valle, quien a mediados de 2020, junto con el ex banquero salinista Carlos Cabal Peniche, había anunciado que invertirían 150 millones de dólares –alrededor de 3 mil millones de pesos– para el rescate de la aeroempresa.


Sin embargo, en noviembre del año pasado, Grupo Cabal anunció sorpresivamente su retiro. “Deseamos que esta salida ayude a impulsar a la empresa a desarrollar nuevas estrategias que le permitan cumplir con sus obligaciones hacia los trabajadores y acreedores. Finalmente, reiteramos el compromiso a la búsqueda de inversión en México, y la creación de fuentes de empleo para familias mexicanas”, notificaron en un escueto comunicado.

 
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