Entre los priistas que comenzaron a trabajar desde hace varias semanas para aglutinar a los militantes que buscan un cambio en la dirigencia nacional de su partido, figuran, aparte de Yunes Landa, personajes como Fernando Lerdo de Tejada, José Encarnación Alfaro, Amado Treviño y, presuntamente también, los ex gobernadores Roberto Madrazo, de Tabasco, y Ángel Núñez Soto, de Hidalgo, entre otros.
De acuerdo con la invitación a este evento, “se trata de una instancia que promoverá la reflexión constructiva, madura, serena y propositiva, sobre la situación del partido y que, ante los resultados electorales del pasado 6 de junio, propondremos un Plan de Acción inmediato para reposicionar al PRI en la vida política nacional”.
La semana antepasada circuló un análisis de la situación actual del PRI y una propuesta de “dirigencia de emergencia”, en lugar de Moreno Cárdenas, que fue elaborada también por un grupo de ex gobernadores, ex dirigentes estatales y ex legisladores.
Ese grupo difundió un documento denominado “Nota de análisis para una dirigencia del CEN del PRI que responda a los desafíos de legitimidad política, como partido opositor y para la competencia electoral en el 2024”, en el que hacen una evaluación de la dirigencia encabezada por el ex gobernador de Campeche y proponen la Ruta 2024, que son las próximas elecciones federales, en las que se elegirán Presidente de la República, diputados y senadores, así como diversas gubernaturas, entre ellas la de Veracruz.
Plantean una “dirigencia de emergencia” que no sea “vulnerable” ante el poder, sino por el contrario, “firme, no vacilante como hasta ahora”.
“Para lograrlo, el dirigente debe de tener la ‘cola corta’ y no estar bajo la tentación de la ‘candidatura presidencial’. Más bien que sus cartas credenciales sean de liderazgo, carácter, evidente postura opositora y con buenos resultados electorales”, proponen.
VERACRUZ MEJORA EN SEGURIDAD, PERO...
Ayer se dieron a conocer los 50 municipios más violentos del país y entre ellos no aparece ninguno de Veracruz.
Sin embargo, ello no quiere decir que en la entidad veracruzana no sigan suscitándose homicidios a manos de grupos delincuenciales.
La noche de este domingo, por ejemplo, cuando velaban el cadáver del abuelo de una diputada local de Morena fue ejecutado un familiar y herido con arma de fuego uno de sus hijos.
El hecho no ocurrió en el norte, ni en el sur y tampoco en alguna de las sierras del estado, sino a escasos 46 kilómetros de la capital veracruzana, en una congregación donde recientemente el gobernador Cuitláhuac García pasó a comer garnachas.
Casualmente, ese mismo día que el jefe del Ejecutivo degustaba los ricos antojitos, fue ejecutado otro lugareño.
¿Hasta cuándo cesará la violencia y dejarán de actuar los criminales con tanta impunidad?
Este martes, por cierto, García Jiménez firmará un convenio de coordinación en materia de seguridad pública con el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa.
Ojalá sirva de algo.
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