Con este dato, las mujeres hacen historia al sumar tal cantidad de deportistas en unos Juegos Olímpicos si recordamos que su participación por vez primera en el año 1900 en Paris, fueron únicamente 22 de 997 atletas. ¡Ah! y no se les permitió participar en todos los deportes, únicamente en croquet, tenis, vela, ecuestre y golf.
Poco a poco la participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos se ha incrementado, hasta los números que hoy conocemos en paridad, pero a pesar de ello se sigue hipersexualizando su cuerpo.
Para promover una información libre de estereotipos, ONU Mujeres y el Comité Olímpico Internacional se han esforzado por hacer una guía periodística para evitar coberturas sexistas en los medios de comunicación, integrando perspectiva de género. Con ello, se trata de evitar comentarios relacionados con la orientación sexual y con su físico. Además de terminar con la idea de que el deporte femenino interesa menos que el masculino.
A pesar de los esfuerzos, esto no se ha logrado pues sigo escuchando comentaristas que comparan el futbol de hombres con el de mujeres, o que exaltan la belleza de las mujeres y no sus cualidades deportivas o su participación. ¡Por Dios! ¡las mujeres no somos un culo solamente!
Es increíble que para algunos deportes no se les permita a las mujeres estar cómodas y se les exija usar uniformes con determinadas características que lo único que provoca es la sexualización de sus cuerpos.
Si bien urge cambiar esas reglas internacionales, es de destacar que las deportistas ya están tomando cartas en el asunto, tal es el caso de las gimnastas alemanas que el pasado fin de semana decidieron salir con unitardos hasta los tobillos a su competencia mundial, para no ser cosificadas. La misma gimnasta Sarah Voss expresó: “Nosotras las mujeres queremos poder sentirnos cómodas en nuestra propia piel. En el deporte de la gimnasia es cada vez más difícil hacerlo conforme tu cuerpo infantil va creciendo. Cuando era niña, no veía nada malo con los uniformes de gimnasia, Pero cuando comenzó mi pubertad y mi periodo llegó, comencé a sentirme cada vez más incómoda”.
También existe la otra parte. Deportistas como Olivia Breen, que prefiere usar short de sprint cortos y que acusó a una funcionaria de criticarla por el tamaño de los mismos.
Es más, en vez de estar escribiendo de la ropa que deben usar las mujeres, en estos momentos deberíamos estar hablando de sus logros deportivos, sin sexualizarlas.
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