La respuesta es simple, aparentemente nada.
Y es que, en la praxis, la defensa del ex secretario de Gobierno sufre toda clase de dilaciones de las que es posible el debido proceso.
Que, si un día se prorroga la audiencia, que, en otro, nos vamos de vacaciones, lo cierto es que los pretextos para su liberación inmediata, continúan siendo común denominador.
Claro está, que dichas acciones obedecen a un plan perverso, construido desde las mismas cañerías de la política estatal, que, instalada desde el Palacio de Gobierno, lo mismo habla de turismo y fomentan negocitos arriba de una panga vendida como crucero de línea para recorrer la ribera del río Papaloapan, como de la necesidad de fortalecer el béisbol, como práctica común.
Vamos lo mismo hablan del chile, del dulce y de la manteca, pues del oficio de hacer política no conocen nada, a lo más el empleo de la cavernícola versión del Príncipe de los Trucu-tu, aquella historieta del célebre caricaturista norteamericano Dave Graue que leíamos de chiquillos los domingos en el Periódico El Dictamen del Puerto de Veracruz.
Y mientras el tiempo transcurre, la pregunta es ¿dónde está la oposición en el caso Franco?
Este martes 3 de octubre, cientos de ciudadanas y ciudadanos de diversas zonas de la entidad, habrán de salir a las calles de Tuxpan a manifestarse en paz, exigiendo la celeridad al debido proceso.
El mismo que duerme el sueño de los justos, sólo por capricho de quien hoy se siente todopoderoso.
El llamado de justicia que realizan los fieles seguidores del político tuxpeño, son la respuesta a la aparente indiferencia de muchos que se dijeron sus aliados y amigos, y que llegado el momento y ver al político en desgracia, como las ratas, emprendieron la franca huida, mostrado su verdadera valía.
Por su parte, el extraño comportamiento de la jueza de control Alejandra Castellanos Priego determinó quien sin empacho lo vinculó a proceso y a mantenerlo en la prisión preventiva oficiosa de 8 meses, comienza a evidenciar que la argucia jurídica viene tripulada por control remoto.
Y es que, a su vez, el imputado tramitó un juicio de amparo, mismo que está a la espera de obtener su resolución, sin que al momento el juez de Séptimo de Distrito con Sede en Tuxpan, Ricardo Oaxaca resuelva, reforzando la versión de posibles extraños comportamientos por parte de los integrantes del Poder Judicial tanto Estatal como Federal.
La libertad inmediata de Rogelio Franco Castán obedece a un acto de justicia simple, pues la violación flagrante de sus derechos humanos quedo de manifiesto desde el momento mismo de su detención, misma que se exhibió incluso en vídeo, en donde todo un comando llegó hasta su tierra natal para su detención, cuando el solo contaba con la protección de un chofer que fungía como escolta.
Algo que por cierto fue vulnerado, pues el por haber ostentado un cargo de tan alto nivel y riesgo, debía contar con la protección de un cuerpo especial de seguridad, mismo que le fue lentamente retirado por el actual Gobierno Estatal –con toda la mala intención- a expensas de que los mismos grupos criminales a los que combatió, pudieran haberle cobrado venganza, cosa que esperamos jamás suceda.
Hasta ahora, Rogelio Franco ha tenido que purgar 144 días de su vida, pagando señalamientos infundados, construidos y perniciosos, todo con el único fin de sacarlo del juego político, sabedores que era un hueso duro de roer.
Por lo pronto la cita será en la Avenida Central de la Colonia Enrique Rodríguez Cano de Tuxpan, a donde se espera lleguen importantes contingentes de seguidores y miembros de su partido, para apoyar y marchar en un acto de franca justicia y exigencia.
Al tiempo.
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