Un yerno del expanista Andrés Cuevas Melo, quien en las elecciones municipales del pasado 6 de junio contendió como candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de este municipio conurbado a Xalapa, fue detenido el viernes pasado por elementos de la Fuerza Civil y de la Policía Ministerial.
Sin embargo, pese a la presión que durante 48 horas desplegaron en las redes sociales sus familiares y amigos, ninguna autoridad de la Secretaría de Seguridad Pública o de la Fiscalía General del Estado tuvo a bien informar sobre el paradero y los motivos de la detención de César Julián Herrera Víquez, un costarricense radicado en Veracruz que es dueño de una empresa que ha grabado documentales para Netflix y otras plataformas de entretenimiento audiovisual.
Ante la falta de información, al yerno de Cuevas Melo se le dio calidad de “desaparecido” desde el viernes 6 de agosto, por lo que inclusive la Comisión Estatal de Búsqueda, dependiente de la Secretaría de Gobierno, emitió una alerta que dicha instancia gubernamental desactivó hasta la noche de este domingo al confirmar que había sido “localizado”.
¿Para qué generar toda esta zozobra y tener en vilo a sus familiares que durante dos días desconocían su paradero?
Inclusive su cuñado, Andrés Cuevas Chena, a través de Twitter, envió un mensaje al Canciller Marcelo Ebrard suplicándole su intervención. “Un extranjero corre peligro por una probable desaparición forzada. Le invito a seguir las notas del caso César Herrera Víquez, costarricense desaparecido ayer (viernes) en Veracruz”, publicó el sobrino de Abel Cuevas Melo, ex diputado local y federal del PAN y ex Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) en la pasada administración del ex gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares.
“El día de ayer (viernes), elementos de la Fuerza Civil y Policías Ministeriales sustrajeron de manera ilegal a mi cuñado Cessar Herrera Víquez. Se están cumpliendo 24 horas de su detención y no sabemos nada de él”, refirió Cuevas Chena desesperado, quien en otro tuit relató: “A las 17:20 horas, Cesar nos avisó en el grupo familiar de Whatsapp, que habían entrado a su edificio policías armados. Escuchó balazos y llamó al 911. Nunca respondieron, nunca le ayudaron. A las 17:45 dejamos de tener contacto con él”.
En el mismo hilo de su tuit detalló el sábado que “a 24 horas del evento, ninguna autoridad nos ha dicho dónde está, ni cómo, ni por qué está detenido”.
Él, su padre y su hermana Yeey Cuevas, esposa del costarricense, rogaban a familiares y amigos difundir este caso “para que las autoridades nos digan dónde está”, implorándole su ayuda al gobernador Cuitláhuac García.
Hasta la noche del domingo, la Fiscalía General del Estado informó que “el ciudadano de origen costarricense, César Julián Herrera Víquez, fue puesto este día a disposición de la autoridad ministerial por elementos de la Fuerza Civil” y que respetando sus derechos humanos y dentro del término constitucional, será determinada su situación jurídica”.
Mientras, en Costa Rica, la madre de Herrera Víquez se manifestó frente a la casa del Presidente de la República, Carlos Andrés Alvarado Quesada.
Ahora sí que como decía otro “desaparecido”, Juan Gabriel, el popular cantautor mexicano conocido como el Divo de Juárez: “¡Pero qué necesidad…!” |