Para nadie es un secreto la ríspida relación que en estos momentos se vive entre los católicos de Veracruz y el Gobierno de Cuitláhuac García.
De hecho, ni el Gobernador, ni mucho menos Cisneros Burgos acudieron a las exequias de Reyes Larios, mandando a funcionarios menores que según nos comentan fueron los que intentaron “tirarse” una grilla con el Obispo Auxiliar para recomponer la relación Iglesia-Estado.
El mismo Prelado José Rafael Palma, agradeció la asistencia de los Subsecretarios de asuntos jurídicos y religiosos, los que tal vez se fueron con la finta, que, con el deceso del Guía de la Iglesia en la entidad, se terminarían las fuertes declaraciones y comunicados que se realizaban cada domingo contra las malas prácticas implementadas por la 4T.
No obstante, la acción de mover anticipadamente el nombre y el de dar por sentado que el Obispo Palma sería el sucesor directo del Arzobispo pudiera ser contraproducente dentro del Consejo Episcopal, pues muchos intentarán defender el legado de un Patriarca Católico que hasta su muerte no se doblegó ante el fracaso que ha resultado las políticas internas de la Cuarta Transformación.
En fin, tan solo el intento de querer “grillar” a días del fallecimiento de Reyes Larios, es una pifia más de la cuarta. Sin duda.
Como se ve que el Gobierno del Estado les urge un aliado dentro del sector católico. Caray, no vaya a ser que como “castigo divino” en ese lapso de tiempo nombren a Suazo como Obispo y luego como Arzobispo porque no se la van a acabar.
Ya en serio, el tema del nombramiento como se explicó recae en el Papa Francisco y no en los “queda bien” que imaginan que ahora sí la Iglesia “doblará las manos” ante la administración de Cuitláhuac García y de un “número dos” que le encanta que todos, absolutamente todos se rindan a sus pies.
Esperemos a ver qué pasa.
@IvanKalderon
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