Por ejemplo, don Gonzalo Aguirre Beltrán (1956-1960) entregó la silla rectoral que tanto honró, a la tersa edad de 48 años, él, que en las fotos de la época parece un respetable patriarca.
Y su sucesor, el filósofo Fernando Salmerón Roiz, tan serio y adusto, tenía apenas 36 años al salir en 1963, ¿lo pueden creer? (Igual sucedió con su hermano Héctor, que siempre representó más años de los que tenía realmente.
¿El doctor Rafael Velasco Fernández, toda una eminencia en el exigente ámbito de la psiquiatría? Pues tenía 44 años en 1973, después de un trienio de haber sido la máxima autoridad universitaria.
Vaya, Roberto Bravo Garzón fue titular durante ocho años intensísimos, que transformaron para siempre y para bien a la UV. Cuando terminó su inigualable periodo, el querido Roberto apenas tenía 39 años, que le dieron la oportunidad de hacer una larga carrera política ya como ex Rector.
Mi amigo Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez llegó muy joven a la Universidad y salió joven todavía, por eso sigue tan productivo y vigente tantos años después.
Rafael Hernández Villalpando no era, ni mucho menos, una paleta muy chupada. Es más, no era siquiera una paleta payaso cuando entregó las riendas en 1992 a los 44 años, los mismos que tenía el muy respetable Salvador Valencia Carmona -ya un reconocido jurisconsulto- en 1991 como Rector saliente.
Vean, más de 50 años, apenas uno, sólo tenía Emilio Gidi Villarreal, y por eso eran jóvenes aún Víctor Arredondo Álvarez en 2004 y Raúl Arias Lovillo en 2013, cuando salieron respectivamente de la Rectoría.
Sarita Ladrón de Guevara es mujer, y por eso no tiene edad.
Lo más curioso de todo es la edad que tendrá el actual Rector, Martín Aguilar, cuando termine su actual periodo:
¡63 años!,
lo que lo convierte en el más longevo de todos, (aunque con los años suficientes para aspirar a la reelección en 2025).
Así las cosas...
sglevet@gmail.com |