Desde que comenzamos a opinar a través de un medio de comunicación sobre los principales problemas sociales que enfrentamos, hemos sostenido que quienes abandonan sus lugares de origen en busca de trabajo lo hacen como resultado de la falta de oportunidades, y que es un acto de cinismo cuando una autoridad presume de los aumentos que registran los envíos de dinero de nuestros paisanos que se encuentran en el extranjero sobándose el lomo para que sus familiares tengan para comer.
De ninguna manera las remesas son el resultado de un esfuerzo oficial, o de la implementación de políticas públicas tendientes a elevar el envío de recursos del extranjero no, lamentablemente quienes decidieron migrar fue en un momento de desesperación ante la falta de una oportunidad de trabajo que les permita alimentar a sus familiares.
Periódicamente el Observatorio de Finanzas Públicas y Desarrollo Regional de la UV, nos proporciona información de gran valor que obtienen de sus investigaciones. Esta vez se refiere a las remesas. Nos dicen que en el estado, veinte municipios concentran el 60% del total de las remesas que se recibieron en 2020, entre los cuales destacan, en primer lugar, Xalapa con 98 millones de dólares, le sigue Orizaba con 87, Veracruz con 85, Córdoba con 70, San Andrés Tuxtla con 61 y Martínez de la Torre con 58 Mdd.
Es importante considerar que se trata de los municipios con el mayor nivel de desarrollo en el estado y cuyo “Grado de rezago social” es preponderantemente “muy bajo” o “bajo”, según la medición de CONEVAL. Esto significa que la migración no está relacionada necesariamente con la pobreza, es decir, que las personas se van al extranjero a buscar un empleo aun sin ser pobres, porque no encuentran oportunidades para mejorar su nivel de bienestar; y emigrar es una forma de evitar caer en la pobreza.
Estos municipios son los que reciben más remesas y son los principales expulsores de mano de obra, ya que de ellos han emigrado un total de 353,315 personas, lo cual representa 79% de un total de 447,223 migrantes veracruzanos que radican en el extranjero y que envían remesas, lo cual significa que 6% de la población de estos municipios se ha ido al extranjero a buscar mejores oportunidades de vida. En cambio, hay sólo 35 municipios con grado de rezago social “alto” o “muy alto” que reciben remesas y han expulsado al extranjero apenas 17,681 personas, lo cual representa escasamente el 4% del total de migrantes, esto es apenas el 2.6% de su población.
El crecimiento de la migración es en todo el estado
El profundo estancamiento económico que vive Veracruz desde 2013, ha propiciado desempleo y pérdida de oportunidades para el mejoramiento del bienestar social, lo cual es la principal causa del pronunciado incremento de la migración y extendiéndose por todo el territorio estatal, según puede corroborarse al observar que, en 2013, el número de municipios que recibían remesas del extranjero era un total de 156, de donde habían emigrado 285,460 personas, pero en 2020 ese número de municipios se incrementó a 212, es decir, prácticamente todos los municipios en el estado expulsan población al exterior, por lo que el número de emigrantes aumentó a 447,223 personas, es decir, un incremento de 57% con respecto a 2013.
El incremento de las remesas familiares ha sido impresionante debido a la velocidad con la que se ha dado en los últimos ocho años. En este período, en 22 municipios el incremento de las remesas fue de mil por ciento o más, en otros 51 municipios el aumento fue de 100 a mil por ciento y en ocho más el ascenso fue de 1 a 9%, en contraste, sólo en doce municipios hubo un decrecimiento. Y no se distingue entre los municipios una preponderancia del grado de rezago social, es decir, el incremento se ha dado de igual manera tanto en municipios con mayor desarrollo como en municipios pobres.
No impactan la economía
Pero el Observatorio de Finanzas Pública nos advierte que a pesar del monto tan amplio de las remesas, el impacto económico que tienen en la población del Estado es muy escaso. El monto de las remesas que se recibieron el año pasado fue de 1,614 mdd lo que representa un total de 32,283 millones de pesos anuales y esto significa un ingreso promedio anual por persona beneficiada de 20 mil pesos, es decir, 1,667 pesos mensuales, monto equivalente, apenas, al costo mensual de la canasta básica alimentaria, esto es, un ingreso de supervivencia, no da para más.
Sembrando vida y billetes
En la huasteca veracruzana, funcionarios de Sembrando Vida diseñaron una estrategia para favorecer a empresas cercanas a sus amigos y familiares: a los beneficiarios del programa, se les obligó a comprar herramientas e insumos de baja calidad con esos proveedores. Los técnicos y campesinos que denunciaron esta práctica fueron despedidos o dados de baja del principal programa social del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La revista PROCESO nos ofrece esta semana un interesante reportaje con respecto a este asunto de Sembrando Vida. En el trabajo periodístico se afirma: “Han pasado nueve meses desde que Gonzalo compró cerca de cinco kilos de semillas de jamaica. El tiempo no ha logrado aminorar su enojo y decepción. Desde que recibió los paquetes, se le hizo extraño que no tuvieran etiquetado o marca; que solo estuvieran envueltos con plástico negro y papel de estraza. Al abrir el primer empaque, percibió un olor agrio. Al extender el contenido, se indignó aún más al ver que eso parecía un montón de cáscaras de pepita, abiertas y mojadas. Eran 12 mil pesos de semillas pudriéndose entre sus dedos.”
“Para adquirir esas semillas de jamaica, así como otras de papaya y limón —estas últimas también en descomposición—, el campesino utilizó cerca de 20 mil pesos que su grupo de sembradores recibió como “apoyo económico adicional” del programa Sembrando Vida.”
“El sembrador —a quien en esta investigación se llamará Gonzalo, porque solicitó ocultar su identidad para evitar represalias— recuerda que no tenía idea de quién era el proveedor de esos paquetes de semillas podridas, porque la gente que le entregó los productos eran y siguen siendo funcionarios de Sembrando Vida, uno de los programas sociales emblemáticos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.”
“Este programa, que busca combatir la pobreza rural y la degradación ambiental, consiste en pagar un jornal de cinco mil pesos mensuales a los sembradores beneficiarios, quienes deben integrarse a una Comunidad de Aprendizaje Campesina (CAC), como se le conoce a los grupos con 25 personas, e implementar sistemas de siembra de árboles frutales y maderables en sus parcelas.”
“El caso de Gonzalo no es aislado. Al realizar entrevistas con integrantes de 17 CAC de la región norte de Veracruz, se pudo documentar que por lo menos 400 beneficiarios de Sembrando Vida se vieron obligados a reponer, con su dinero, los insumos de mala calidad que adquirieron con proveedores impuestos por funcionarios del programa en la entidad. Eso, además, provocó que se retrasaran los planes de trabajo en sus parcelas.”… Pues no que muy honestos?, punta de corruptos.
REFLEXIÓN
En un mes en Veracruz pasó de 31 a 50 casos de feminicidios, según el más reciente reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP), que ubica a la entidad como el tercer lugar a nivel nacional con el mayor número de denuncias, sólo después de Estado de México y Jalisco… y dicen que no, que ya no hay feminicidios, hasta parece un plan de extinción de la parte oficial contra la competencia. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com |