Es así como se cumplen dos semanas desde que el Poder Judicial del Estado ha intentado por todos los medios solicitar que el Congreso Local le apruebe un préstamo por 500 millones de pesos, como medida de contención a la falta de previsión presupuestal de los magistrados y responsables de la planeación y presupuestación de este Poder del Estado.
Así, sin el convencimiento pleno de quien manda en el Poder Legislativo desde la Junta de Coordinación Política, las cosas simplemente, no avanzan.
Y es que se ha podido saber que el Congreso Estatal autorizaría un empréstito por 200 millones de pesos y no más, pero las negociaciones continúan en la estira y afloja.
Es evidente que de las y los 50 legisladores veracruzanos, mucho se puede decir, algunos de ellos, simplemente pasaron inadvertidos a los ojos de los medios, por su escasa y nula capacidad.
Otros, atrajeron los reflectores en ese natural y necesario ejercicio de discusión legislativa que enaltece y viste a los tribunos, pues la tarea y función primordial de nuestros representantes populares es y debe ser, la de garantes de la defensa de los intereses de la sociedad, por lo que la discusión y debate son el pan nuestro de cada día en materia legislativa.
Juan Javier Gómez Cazarín ha cumplido con creces su función al frente de la Jucopo, al grado de que todo cuanto el C. Gobernador, Cuitláhuac García Jiménez solicitó se le dio y con creces.
Mucho del escenario de gobernabilidad que detenta el Gobierno del Estado en gran parte se debe al trabajo de Gómez Cazarín quién por principio de cuentas le quitó del camino al entonces Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz –hoy prófugo de la justicia.-
Y como esas muchas otras más que debieron ser subidas y sacadas en el pleno, a pesar de saberse, mal integradas o conformadas, y las cuales tuvieron reveses por parte de la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues así como las enviaban del mismo jurídico de la Secretaría de Gobierno, así mismas, por indicaciones de su titular se debieron sacar.
Hoy es público quién pretende y busca reflectores en el afán de congraciarse con el mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que después de leerle la cartilla en Huayacocotla, lo relegó a simple edecán de compañía de la mismísima secretaria de Energía, Rocío Nahle García, con quien se le vio buscando reflectores.
Por cierto, que, ante la serie de señalamientos esgrimidos por el orondo personaje, la respuesta magistral del alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez fue contundente al afirmar que “no le dedicaría ni un segundo a quien quiere que su jefe lo voltee a ver.”
Por lo pronto en el Congreso Local, Gómez Cazarín se preparan a reforzar el tema de la CFE y la Reforma Eléctrica y sacarla adelante, a respaldar el tema de la revocación de mandato y a garantizar que el presupuesto Estatal 2022 tenga los mejores beneficios para la población, al parecer los astros se le alinean al diputado local por Los Tuxtlas.
Sextante.
Una investigación de la FGR y del área en contra de los delitos realizados por los Servidores Públicos llevaría a saber qué poderoso funcionario estatal habría comenzado a realizar compras masivas de plazas comerciales, e inclusive, habría cerrado negociaciones para convertirse en exitoso empresario inmobiliario, al desarrollar un proyecto habitacional al estilo de la Familia Fernández de Xalapa o Ruiz Ortiz del Puerto de Veracruz en la región de Coatepec-Xico.
El mismo personaje al que conocido diputado local acusó de comprar numerosas propiedades en Baja California Sur y por la que recientemente se filtró existe una importante investigación que lo tendría a un paso del cadalso o dicho de otra manera de la cárcel.
El nerviosismo del personaje es tal, que ya no sabe a qué otro Cristo o Santo encomendarse, tras el desaire realizado por el mismísimo presidente de México, quien ya no lo ve con buenos ojos.
¿Será?
Al tiempo.
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