SI NO fuera por los programas sociales, que son en cierto modo, el sustento del gobierno federal y de algunos Estados de la República, y consecuentemente de la cuarta transformación, proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador, en este momento no se estuviera viviendo un enrarecido clima político a todo lo largo y ancho del país.

Los programas sociales, son los pilares donde descansa la tranquilidad de quienes gobiernan en este momento, pues sin ellos no tendrían el respaldo absoluto del cual gozan, ni tampoco intentarían una consulta popular, como la revocación de mandato, sabiendo que ponen en riesgo su permanencia en el poder.

La cuarta transformación, con todo lo que implica este concepto político, cuelga verdaderamente de un hilo constituido por los llamados programas sociales a los cuales se le destina, por la misma razón, cuantiosas cantidades de recursos económicos con los que se garantiza, por así decirlo, el sostenimiento de todo el aparato político creado por este gobierno con la finalidad de continuar gobernando al país, algunos Estados de la República, y pugnando, significativamente por alcanzar mayor cobertura del poder gubernamental con los espacios que aún no gobiernan.

No importa, por lo tanto, cuáles y constantes errores se cometan en la administración y en el gobierno en general, pues en ello no hay, por ahora quien se fije, entre los beneficiarios, los que, de ninguna manera no habrán de criticar las acciones, sean equivocadas o no. Lo principal para la mayoría de los que reciben estos apoyos federales, es que no se les retire, en algún momento, esta pensión qué sin empleos y programas de inversión, es bastante buena.

De ahí que el gobierno federal, seguirá instrumentando estos programas y otros más destinados a ciertos sectores que podrían resultar peligrosos para un cambio inesperado que los pondría en serias dificultades en cualquier momento, principalmente en tiempos electorales, donde la consigna es mantener, a como dé lugar, el poder que tienen en sus manos y que se logró gracias a la derrama económica que significan los programas a que nos hemos referido.

Y aunque parezca que estos programas sociales no llevan un propósito fundamental de la política electoral, los resultados obtenidos en las encuestas normales de opinión, dicen exactamente que millones de ciudadanos, están de acuerdo en que López Obrador, siga gobernando, pues de esa manera, seguirán recibiendo los apoyos económicos, a gran parte de los beneficiarios, que les permite vivir sin trabajar.

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QUE DANTE LO SIGUE PENSANDO.

RESULTA QUE ALGUNOS personajes cercanos al líder moral del Movimiento Ciudadano, aceptan que, efectivamente, Dante Delgado Rannauro, estaría construyendo su posible participación en el proceso electoral del dos mil veinticuatro en Veracruz.

Aseguran que su presencia en la entidad veracruzana, no es solamente para defender a uno de sus cercanos afiliados, preso por un delito grave y sujeto a una prisión preventiva de un año más tres meses, con la finalidad de investigarlo a fondo y tener las pruebas suficientes para condenarlo, sino también la posibilidad de que su nombre vuelva a sonar entre la ciudadanía veracruzana, a la cual ha dejado de atender, aún con el puesto de senador de la república.

Dante, se dice, vendrá a Veracruz, para disputar la gubernatura del Estado, tal y como mucho se escribiera en este mismo espacio y en muchos otros más, porque quiere, más que nada, enfrentarse a uno de sus más acérrimos enemigos políticos, independientemente de que busca cerrar con esta nueva incursión en el gobierno de Veracruz, su carrera política.

Por lo que corresponde al nivel nacional, Dante, apoyará hasta el final a Ricardo Monreal, para que éste sea el candidato de Morena, y en todo caso, lo pueda avalar precisamente su partido, Movimiento Ciudadano, como su candidato presidencial. Este es un tema, aparentemente diferente, pero que tiene los ingredientes políticos que sumarían las candidaturas nacional y estatal, en una sola estrategia política, pensando que Veracruz, es una joya electoral, que nadie quiere desperdiciar.

Y aunque todo parece ser de esta manera, también hay quiénes de los cercanos a Dante, aseguran que el ex gobernador de Veracruz, lo sigue pensando seriamente, porque no se trataría de un juego político cualquiera.

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AHUED, EL ALCALDE MÁS COMPROMETIDO.

LAS TAREAS DEL AYUNTAMIENTO local, se han estado intensificando como una respuesta al compromiso que el alcalde Ricardo Ahued Bardahuill, ha hecho con la ciudadanía de este municipio, que se integra, principalmente, con la ciudad capital, demandante de grandes obras y beneficios de carácter social, aparte, muy aparte, de lo que también es su responsabilidad en las poblaciones que se encuentran cerca de Xalapa.

Ahued, es un hombre de trabajo, serio, responsable y en el cual han puesto su mayor confianza todos los habitantes del municipio de Xalapa. Lo que ahora se está observando en las calles del centro y muy pronto en las principales avenidas de la capital, no es más que el cumplimiento de promesas y compromisos contraídos desde hace tiempo, incluso, de aquellos proyectos y programas de gobierno, que durante su primer mandato no se pudo concretar.

Aparte de ser la capital del Estado, Xalapa, volverá a constituirse como la Atenas veracruzana, tanto por su desarrollo material como cultural que se conocerá en breve.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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