Nunca nos dijo por qué, pero no era necesario. Al menos en mi caso entendí que admiraba a la entonces joven luchadora social militante siempre de los movimientos de izquierda.
Y es que entonces había que ser muy valiente y temerario para militar en la izquierda y participar activamente en la lucha en contra de las injusticias, por las causas sociales y por la democratización del país. Hacerlo era hasta exponer la vida.
El PRI estaba en su apogeo a lo que se agregó entonces la Guerra Fría entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética y en todo disidente se veía a un comunista al que había que acabar. Ir a Cuba era ser fichado por la CIA en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con la complacencia de los gobiernos priistas y por solo ese hecho ser vetado para entrar a Estados Unidos.
A ella se le recuerda como una dirigente combativa al frente del sindicato de trabajadores de la Escuela Normal Veracruzana, de la que es egresada, de los partidos políticos de izquierda PMT, PMS y PRD.
La historia más reciente de ella la sabemos. Del PRD, partido por el que fue diputada federal, pasó a Morena en su fundación, fue la primera dirigente estatal que tuvo el partido guinda y en 2018 llegó a la senaduría como suplente de Rocío Nahle, quien al solicitar licencia para separarse del cargo le dejó la titularidad.
Con esa trayectoria, hoy aplica muy bien en ella el poema breve pero sustancioso, muy significativo, que no legó José Emilio Pacheco:
“Antiguos alumnos se reúnen
Ya somos todo aquello/
contra lo que luchamos a los 20 años”
Hoy la senadora Gloria Sánchez Hernández practica la militancia y la obediencia a ciegas con el presidente López Obrador, como se hacía con los gobernantes del PRI, lo que la ha apartado de su lucha contra las injusticias, que ahora no ve, y del clamor del pueblo, que ahora no escucha.
Ahora mismo forma parte de un grupo de senadores que se inconformó por la creación de una comisión que se integró en el Senado, avalada por el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal, para investigar abusos del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez contra los veracruzanos con el pretexto de que cometieron ultrajes a la autoridad.
La comisión fue producto de la detención del secretario técnico de la Jucopo, José Manuel del Río Virgen, veracruzano, mano derecha de Monreal, y por la denuncia de muchos casos más ocurridos en el estado.
Esa comisión despertó polémica y su legitimidad se puso en duda porque no se cumplió con el proceso legal para su integración, y el próximo viernes sería desconocida por prácticamente la mitad de los senadores, simpatizantes de la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum, de la que es aliada el gobernador. El tema, pues, se politizó y se enredó ya con la sucesión presidencial.
Allá ellos. Es un pleito interno entre morenos. Que con su pan se lo coman. Que la senadora tome partido dentro de su partido, está en todo su derecho, pero también es su obligación y un compromiso moral y ético que tome partido por las víctimas directas, que están encarceladas, e indirectas, sus familiares, miles, que votaron a su favor para que llegara al cargo, y aunque no lo hayan hecho, pero a quienes representa, quienes claman para que se derogue la llamada “ley garrote”, que cesen las injusticias y que se ponga en libertad a los detenidos en forma arbitraria.
Que con su participación eliminen la comisión Monreal (por llamarle de alguna manera) por estar fuera de la normatividad legal, qué bien, pero que entonces ella integre otra que sí cumpla con los requisitos legales en defensa de los veracruzanos víctimas o expuestos al atropello oficial.
Pero hoy aquella luchadora social que conocimos ni los ve ni los escucha, no pide en nombre de sus representados que se investiguen las denuncias e incluso ahora sale en defensa de un gobierno que dijo que iba a ser diferente pero que, igual que los del PRI y del PAN, ha terminado como represor de su pueblo.
¿No era eso contra lo que luchaba cuando era oposición? Les molesta y les incomoda que haya sido un legislador no veracruzano el que vino a tomar como suya y a abanderar la injusticia social, pero en cambio ninguno de acá alzó la voz alguna vez para denunciar lo que está ocurriendo. Si no fuera por el senador Monreal no se hubiera activado el reclamo para que no se garrotee más al pueblo veracruzano al amparo de una ley inconstitucional.
La senadora Sánchez Hernández hoy ya no tiene vista ni oídos para las injusticias y el clamor social, popular. Ya es parte del aparato de poder en el poder. Ya es todo aquello contra lo que luchó a los 20 años. Qué tristeza, cuánta decepción.
Del otro senador que está en la misma actitud que ella, Ernesto Pérez Astorga, no se puede esperar nada. “Fifí”, hijo de un próspero empresario que llegó de Monterrey a Xalapa, nacido en pañales de seda con hilos de oro y plata, sin emoción, sin sensibilidad ni compromiso social, político y funcionario gris sin luz propia, no merece mayor comentario.
El Gobernador sí tiene quienes le ayuden
Si el gobernador Cuitláhuac García Jiménez se dejara ayudar más, si escuchara a otros de sus colaboradores o responsables de organismos autónomos que sí saben, si se alejara de la nefasta influencia de algunos de sus cercanos que solo lo meten en problemas, otro gallo le cantaría.
Por ejemplo, ayer en su conferencia de prensa presentó y presumió un plan para resolver un problema de contaminación en el estado, para el que ha contado con el apoyo y la participación del secretario de Finanzas y Planeación José Luis Lima Franco, de la titular del ORFIS Delia González Cobos, del presidente de la Jucopo del Congreso local Juan Javier Gómez Cazarín y del procurador del Medio Ambiente Sergio Rodríguez Cortés.
Al alimón con este último, el gobernador informó que han intervenido para regular, con clausuras totales temporales o definitivas, 83 de 119 tiraderos de residuos sólidos urbanos, que representan 69 por ciento de lo que tienen programado. Dio un dato significativo: Veracruz es el cuarto generador de residuos sólidos urbanos y de manejo especial a nivel nacional.
Para el avance que tienen (impacta a una población de más de 5 millones de veracruzanos, dijo) explicó que en la pasada Legislatura del Estado “en un trabajo coordinado” con el ORFIS se “mandató a la PMA” para realizar un Plan de Gestión Estatal en la materia, así como para vigilar y evaluar el cumplimiento de las disposiciones jurídicas aplicables a la preservación y control de la contaminación y el deterioro ambiental. Afirmó que Veracruz camina rumbo al objetivo de Basura Cero.
La lucha por el medio ambiente es mundial. Está en la agenda de prácticamente todos los gobiernos como una prioridad. Las políticas para reducir la contaminación y mejorar la vida urbana es una de las raíces del movimiento ecologista. Un medioambiente limpio es fundamental para garantizar que las personas lleven una vida saludable y productiva.
Estas son las cosas que puede presumir el gobernador. Qué bueno que acepte la participación y colaboración de un organismo aparentemente sólo técnico de fiscalización como el ORFIS, pero que además disponga los recursos necesarios para una causa indiscutiblemente buena como es mantener limpio el medio ambiente. Lima Franco y González Cobos son el mejor testimonio de que tiene de dónde echar mano. Por el bien de Veracruz debe voltear más hacia ellos y otros de sus colaboradores que tienen ganas de ayudarlo y que esperen la oportunidad para demostrárselo.
De trabajo de coordinación habló también ayer en una entrevista la joven oficial mayor de la SEV, Ariadna Selene Aguilar Amaya, quien destacó cómo en menos tiempo del previsto fueron vacunados 134 mil maestros, tarea de la que estuvieron pendientes el gobernador y el titular de la dependencia Zenyazen Escobar García. Todos los mencionados muestran un rostro positivo de la administración. Al menos. |