También en ese tiempo, una ex condiscípula de Karime que la trató en su adolescencia, me dijo que era una joven de diez: un poco tímida, sencilla, gentil y educada; nada presuntuosa a pesar de que provenía de una familia acomodada. “Todo eso formaba parte de su encanto. Karime era una niña bien portada, prudente y enemiga de los escándalos; vestía con sencillez y era una excelente estudiante”.
Agregó que el encanto se acabó cuando la saludó en una ocasión ya como primera dama. “A pesar de que me trató con educación la vi distante y fría, nada que ver con la joven que conocí… y traté de entenderlo. Ella era la esposa del gobernador platicando -quizá porque no le quedó más remedio-, con una ex condiscípula recién divorciada de un burócrata. Desde entonces no la he vuelto a ver”.
Lo que me comentó esta mujer no era nuevo, otras personas ya habían mencionado las virtudes de la joven Karime. Pero algunos de sus servidores llegaron a decir que como primera dama era autoritaria, alzaba la voz con frecuencia y se le fue agriando el carácter conforme llegaba a su fin el sexenio de su marido que dimitió el 12 de octubre del 2016.
Tras la detención de Javier en Guatemala, Karime se fue a Londres con sus hijos y hasta allá la persiguió un enviado de Yunes que mediante un video, dio a conocer que la señora vivía en el número 10 de Wilbraham Place, en Belgrave, el barrio más exclusivo de Londres que está a unos pasos del Palacio de Buckingham donde vive la reina Isabel; que pagaba 3 mil 500 libras semanales por el depa, que se gastaba un millón 200 mil pesos mensuales sólo en ella, más 22 mil libras esterlinas anuales en la colegiatura de sus hijos y otras lindezas.
Y el mundo se le vino encima a la ex primera dama.
Después de un litigio que comenzó en 2019 con su detención en Londres y el pago de una fianza de 150 mil libras esterlinas para defenderse en libertad, este jueves recibió la notificación de que será extraditada a México para que enfrente un juicio por un presunto desfalco de 112 millones de pesos de cuando fungió como presidenta estatal del DIF.
Y aunque la extradición llevará su tiempo, Karime al fin habló mediante una misiva que en uno de sus párrafos dice: “Vivo en Inglaterra con mis hijos menores, al día, sin el más mínimo lujo como se quiso hacer creer. Mi situación económica es crítica, es lejano a lo que (Miguel Ángel) Yunes maquiavélicamente le hizo creer a la sociedad, a partir de una campaña multimillonaria que lanzó en mi contra para vestirme de villana…”.
Su comentario da en qué pensar porque cuesta trabajo creer que Karime esté viviendo un calvario económico.
Quizá no habría escrito ni media línea de esta columna de no ser porque pregunté a la ex condiscípula sobre el tema. “No quiero ser hiriente, sarcástica o grosera con una mujer que después de todo está sufriendo. Pero ya quisiéramos los clasemedieros y pobres vivir como vive Karime y además en Londres, donde no se padece la violencia que sufrimos casi a diario en Veracruz, en buena medida por la irresponsabilidad y corrupción de su ex marido Javier Duarte”, fue su respuesta.
La carretera Cardel-Poza Rica y el mensaje de Marlon
El sábado anterior el líder estatal del PRI y diputado local, Marlon Ramírez Marín, subió a sus redes un tuit que no tiene desperdicio, pero sobre todo, que no tienen cómo revirar los gobiernos estatal y federal por más empeño que le pongan.
El tuit dice: “En 2018 con el #PRI en el Gobierno Federal, la autopista #Cardel-#PozaRica contaba con un avance del 90%. Tres años después, la actual administración inaugurará la obra construida por un gobierno que no se cansa de criticar”.
Con un mensaje de 37 palabras, Marlon les calló la boca a quienes desde semanas antes de la inauguración de esa carretera hicieron caravana con sombrero ajeno.
Y la pregunta es inevitable: ¿Hay alguna carretera de 128 kilómetros que esté construyendo actualmente la 4T en Veracruz? Otra pregunta: ¿Hay alguna carretera de esa longitud que hayan hecho el gobierno estatal y federal en Veracruz durante los últimos tres años y tres meses?
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