Estos son muertos de asesinatos, de homicidios dolosos, que Cuitláhuac García permitió que desaparecieran de las estadísticas, incluso de las oficiales.
Este lunes 21 de febrero, el gobernador se reunió con un grupo de senadores, para una ceremonia de autoalabanza.
Y ahí, sin ningún pudor, sin ninguna sombra de arrepentimiento, dijo que por el número de homicidios dolosos, Veracruz ocupa el puesto 17 en el país.
Y esto lo dijo porque la Fiscalía General del Estado de Veracruz reportó que durante enero se dieron sólo 82 homicidios dolosos, ciertamente un número bajo para los índices que se habían reportado antes.
Y aquí es donde se muestran los muertos que Cuitláhuac García quiere esconder, porque permitió que la fiscal Verónica Hernández Giadans mandase un dato falseado al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, porque la suma de los reportes diarios, que la misma Fiscalía de Veracruz envío de forma preliminar, muestran que son más, muchos más, los homicidios que se dieron en el estado.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) coordina un reporte diario de homicidios dolosos de acuerdo con los datos que remiten las fiscalías de los estados.
Y en ese reporte diario, son 94 los casos reportados como homicidio doloso por la Fiscalía de Veracruz.
¿Qué pasó con los otros 12 casos reportados inicialmente?.
La fiscal de Veracruz, Verónica Hernánez Giadans, con todo el apoyo y el aval de Cuitláhuac García, los desapareció.
Y tiene el apoyo del gobernador, porque es evidente que está a las órdenes y servicio del mismo, que la independencia que debería de tener, no existe.
Vaya, la fuerte dependencia se evidenció una vez más, con la defensa que hizo Cuitláhuac García de la fiscal por la recomendación que le hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos porque se demostró que a una mujer la torturaron para fabricarle culpabilidad en un homicidio.
Y es que eso, fue sólo una muestra de que en Veracruz la fiscalía fabrica culpables para resolver casos.
Es lo mismo que con los datos, en los cuales la Fiscalía esconde sin ningún reparo los asesinatos para querer mostrar que en Veracruz la violencia no es tan grave como es.
En el mejor de los casos los reclasifica como homicidio culposo, es decir que la muerte se produce por negligencia o actos imprudenciales de otros.
En la estadística de febrero se muestran 73 homicidios culposos en enero, en Veracruz.
Pero la mejor evidencia de que la Fiscalía de Veracruz está “desapareciendo” estos crímenes, es el mismo informe sobre homicidios que coordina la SSPC, porque ahí tienen el “Reporte diario de homicidios dolosos reportados por fuentes abiertas de todo el país por la "Mesa de Análisis de Medios". Es decir, son los asesinatos que detectan que fueron publicados por la prensa.
Pues bien, ese mismo reporte elaborado por especialistas (quienes pueden distinguir entre los muertos por asesinato y por homicidio culposo) suma 93 casos, lo cual también es un número inferior al total de los que se registraron en toda la prensa de Veracruz, porque el “Análisis de Médios” no les da para poder monitorear a todos y porque muchos casos los dejan fuera de manera intencional o por las prisas.
Así pues, la Fiscalía de Veracruz oculta muertos.
Y Cuiltáhuac García los esconde en el closet de la ineficacia para que no se vea como su gobierno está muy lejos de lograr la tranquilidad que dice que existe en Veracruz.
Con esto quiere convencer que en Veracruz la procuración de justicia mejora, cuando no es así.
Si realmente quiere Cuitláhuac García que las cosas mejoren, que la violencia en el estado disminuya, debería de atender la real mejora de la Fiscalía y de las condiciones para la investigación de crímenes y criminales, para que así sean más y mejor echas las detencioes y que no exista tanto culpable fabricado.
Eso si mejoraría la estadística, la percepción de inseguridad y la violencia en Veracruz.
Pero no hay esa intención.
Así, con lo que hay: Estos son los místicos que por querer ser, dejan de ser.
EL FRACASO DEL ACARREO DE SENADORES PARA APLAUDIR A CUITLÁHUAC
El gobernador Cuitláhuac García esperaba tener un día apoteósico, con la presencia de casi la mitad de los senadores del país; por lo menos, de una veintena.
La idea que le vendieron los senadores veracruzanos Gloria Sánchez Hernández y Ernesto Pérez Astorga, era que todos esos vendrían a darle apoyo en su intención de mantener la ley de ultrajes a la autoridad, la cual se niega a derogar y por eso permite que su alfil Juan Javier Gómez Cazarín la mantenga congelada.
Pero sólo llegaron unos cuantos: 5, para ser exactos, de los 120 que componen la Cámara de Senadores.
Los demás, se excusaron finalmente de venir, o simplemente se hicieron los occisos y no acudieron.
Gloria Sánchez y Pérez Astorga, prefirieron colocarse al lado del gobernador y sus actos que violentan a la ciudadanía, en lugar de atender a los veracruzanos ultrajados por la autoridad.
En lugar de honor y gloria, se acercaron deshonra y descrédito.
Se creen los grandes místicos, pero no sirven a los terrenales si no al poder opresor. |