Pienso naturalmente en la contadora Cecilia Coronel Brizio, la actual Síndica, que fue una honorable y puntillosa tesorera en la primera gestión de Ahued Bardahuil como presidente municipal, allá en 2004, 2005 y 2006. A ella se debe en muy buena medida la fama bien ganada de honestidad que tuvo el empresario, porque en el asunto del manejo de los dineros, doña Ceci salía al paso con todo el peso de su prestigio de persona que no mete la uña ni para rascarse.
Reconocida en el sector de la contabilidad por su preparación de gran fuste, maestra respetable y admirada por sus alumnos, auditora inclemente como se debe ser, funcionaria incorruptible en todos los puestos que ha ocupado, Cecilia Coronel cumple una función crucial en la actual comuna y le da sustento a la seriedad que se requiere para poner orden en el caos que recibió el Senador con licencia.
Añada usted a la licenciada Patricia Ortega Pardo, cuyo nombre es referente obligado en Xalapa cuando se habla de personajes con talento, preparación y valentía. Ella fue contralora en el equipo de 2004-2006 y ahora se desempeña como directora en la delicada área de los ingresos municipales. Con ella se tiene la certeza de que se cobre bien y justo a la ciudadanía y que lo recaudado llegue íntegro y legal a las arcas de la comuna.
La licenciada Ortega es una contratación de lujo para Xalapa, una Messi de las finanzas, y su presencia representa uno de los grandes valores para la actual administración.
Hay que decir que estas dos destacadas profesionistas tienen el nivel necesario para que el alcalde pueda aplicar las medidas necesarias para sacar a flote la nave que le dejaron a la deriva Hipólito Rodríguez y sus hunos atilianos (“donde mi caballo pisa, no crece la hierba… ni el presupuesto”).
Así como ellas, hay muchas mujeres valiosas en el equipo de Ricardo Ahued, pero para muestra podemos contentarnos con estos ejemplos de magníficas xalapeñas que tienen señorío, presencia y esplendor… para bien de la ciudad.
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