A ESTAS alturas de la vida política de la entidad veracruzana, mucho hay que observar con respecto a la sucesión gubernamental. La alianza opositora corre el riesgo de perder el rumbo y el objetivo que la ha unido, también podría diluirse en poco tiempo. El PAN, una de las organizaciones políticas que le daban, en cierta forma, parte de la fortaleza política para enfrentar a Morena, prácticamente se encuentra seriamente dividido, con dos bandos que se odian, aunque digan lo contrario. Resarcir las heridas lleva mucho tiempo y para el proceso de sucesión, faltan pocos meses.

Hay claras evidencias de que los panistas no jalarán parejo, más cuando se anuncia, de alguna manera, la participación de los dueños de casi la mitad de la franquicia política, es decir, de los Yunes del Estero.

¿Qué le queda a la alianza política para hacer el trabajo que se había planeado?

Se diría que casi nada. El PRD, no puede presentar una buena estructura que lo ponga en condiciones de ser competitivo.

¿Entonces?, la carga principal tendría que llevarla sobre sus espaldas, el Partido Revolucionario Institucional, que tiene, aunque no se crea, una buena estructura política en la entidad, la cual no se ha despertado, hasta en tanto, no se defina, seguramente al candidato que respaldará.

Por cuanto corresponde a Movimiento Ciudadano, que en cierta forma representaba la esperanza de sumarse a la alianza, ya se tienen datos que parecen ser ciertos, es decir, su acuerdo, bajo el agua, con el propio partido político en el poder, algo que no tiene, todavía, pies ni cabeza, que suena solamente imaginario, pero que todo apunta a que puede cuajar en cualquier momento, aunque digan que entre Dante y el presidente de la república, no existe ninguna afinidad política.

El PRI, por lo tanto, está más que obligado a operar fehacientemente en los próximos meses, porque tiene que reforzar su confianza, buscar nuevamente su popularidad y trabajar seriamente en una sola estrategia, buscar la manera de como revertir la penetración de los programas sociales, haciendo entender a la población, que estos recursos no son del presidente, sino del propio país y que éstos han sido utilizados, solamente, para fines políticos de quien manda a nivel nacional.

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MONREAL, NO ESTÁ DESCARTADO.

LA PERSISTENCIA política de Ricardo Monreal Ávila, presidente de la junta de coordinación política del senado de la república, por alcanzar, de alguna manera, la candidatura a la presidencia de república, podría darle frutos en poco tiempo. Las circunstancias políticas que lo habían apartado de la posibilidad de que el presidente lo tuviera en consideración, están cambiando, y aunque no sea por Morena, su capital político podría llevárselo hacia los propios senderos de la oposición.

Hay, de alguna manera, una efervescencia política nacional, que también dentro de Morena, ha estado impactando, aunque, como todo mundo sabe, será el propio presidente, quien definirá al candidato que lo pueda sustituir. Monreal, está empecinado en aparecer en las boletas electorales y hará todo lo posible para que así sea. Esto es lo que el presidente, presiente que no pueda controlar y que pueda desencadenar una verdadera crisis interna dentro de Morena, porque hay que entender qué hasta este momento, es la dirigencia nacional de este movimiento quien se ha sumado a la decisión que tome el mandatario nacional, pero no se conoce, todavía, la reacción de las tribus que conforman esta organización política, donde el consenso podría variar significativamente.

Monreal, no está descartado, aunque eso sí, depende de las condiciones políticas que se van desencadenando.

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MARLON, OBLIGADO A MANEJAR LAS ESTRATEGIAS.

EL PRESIDENTE DEL PRI estatal, Marlon Ramírez Marín, se ve, cada día que pasa, más presionado a operar inteligentemente en toda la entidad veracruzana. Inventar y reinventar circunstancias y estrategias políticas para poder responder a la enorme responsabilidad que le están dejando los partidos aliados hasta ahora, es decir, el PAN y el PRD, por las condiciones que se han presentado y que no se habían considerado para estos tiempos.

Marlon, es un hombre inteligente, capaz, pero necesita poner en operación lo que sabe, sobretodo, en estos difíciles momentos que se le avecinan, tratando, al mismo tiempo, de convocar a los priistas alejados para concentrarse en las tareas que necesita realizar.

Nadie puede dormirse en sus laureles y esperar que la reacción venga sola. Se requiere de una buena voluntad política para llamar la atención de todos aquellos políticos y grupos de políticos que siempre han hecho del PRI, una buena y fuerte organización política.

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