Ahora bien, la Separación por Suspensión es la censura o corrección gubernativa que en todo o en parte priva del uso del oficio, beneficio o empleo o de sus goces y emolumentos a un funcionario público mientras que Separación por Destitución es la separación definitiva del funcionario del cargo público que ejerce.
Ahora vamos con la pregunta más específica: ¿Cuál es la diferencia entre renunciar al cargo por acoso sexual y separación del cargo por acoso sexual?
Hace una semana, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, hizo pública la separación del cargo de Rafael Gregorio N, titular de la Seduvi (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda) y expresó que la Fiscalía Capitalina será la encargada de investigar sobre la denuncia que pesa sobre el secretario por presunto abuso sexual a una trabajadora de la dependencia.
La denuncia fue presentada por una joven de 32 años recién contratada quien en su denuncia expresa que el pasado 21 de mayo fue citada a un desayuno de trabajo por el señor Rafael Gregorio; únicamente eran ellos dos. Posteriormente el Secretario le ofrece llevarla a su domicilio. Durante el trayecto, él mete la mano bajo su blusa y brasier apretando su seno. Minutos después, baja la misma mano a su área genital y la acaricia sobre su pantalón. En su declaración, la joven recalca que lo ocurrido fue sin su consentimiento. Ella expresa que de momento no reacciona, queda en shock, y le pide que pare el vehículo para que ella descienda. Al despedirse, él le dice que se ven el martes (24 de mayo), pues comenzará a trabajar como Jefa de Unidad del Departamento de los Juicios de Nulidad de la Dirección Jurídica.
Así como reaccionó la Jefa de la Ciudad de México, ojalá hubieran actuado las autoridades de Veracruz con los acosos sexuales en la Secretaría de Gobierno, pero no. Acá en Veracruz al acosador primero se le protegió cambiándolo de la Dirección General de Gobernación a la Coordinación General de la Junta de Mejoras, de la misma Secretaría de Gobierno; incluso hasta se le permitió renunciar el mes pasado “por motivos personales”.
Fernando “N” fue acusado por violencia de género, acoso sexual y laboral a una empleada. Ésta señaló que desde 2019, el entonces funcionario la solicitó como asistente personal. Le pedía que llevara documentos a su domicilio particular, que lo acompañara a giras fuera de la ciudad y además le “solicitaba abrazos para poner sus genitales sobre ella”.
Fernando fue acusado también por una prestadora de servicio social quien indicó que en una gira de trabajo, el entonces funcionario trató de entrar a su habitación en estado etílico.
Fernando N ya renunció hace un mes, y eso porque trató de salir “dignamente” ante una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos que indicó que todas las dependencias involucradas en el caso fueron omisas y violentaron los derechos de la empleada que a su vez también fue revictimizada pues la consideraron exagerada, que “no había sido violada”.
A Fernando no lo separaron como a Rafael Gregorio; tan solo recibió un apercibimiento para abstenerse de cualquier contacto con la víctima mientras se resolvía el caso, pero claro que seguía cobrando y sus superiores protegiéndolo. ¡Cuánto favor contra un violentador!
¿Acaso la Fiscalía General del Estado a cargo de Verónica Hernández Giádans seguirá la investigación o ya la congeló?
Si tanto apoyan a Doña Claudia, ¿Por qué no seguir sus pasos con su agenda que garantiza los derechos de las mujeres? ¡Dejen de proteger a acosadores y violentadores! ¡Sepárenlos del cargo e investíguenlos! Y si les cuesta, repitan una y otra vez la frase de Sheinbaum: “O están las Mujeres o no es 4T”.
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