Las historias de los “Ferraris” no son para nada nuevas en los anecdotarios de los funcionarios del Gobierno de Veracruz. En las épocas del priismo, Emilio Lozoya habría declarado que Javier Duarte le regaló un Ferrari al entonces presidente Enrique Peña Nieto, “miren lo que me regaló el góber', según así decía Peña antes de subir al avión presidencial. El carro aparentemente perteneció al expresidente López Mateos y estaba destinado para adornar la egoteca de EPN al término de su mandato. Ante estas acusaciones, el propio Duarte respondería en su cuenta de Twitter que los únicos Ferraris que conocía eran a Ramón Ferrari Pardiño, Alfredo Ferrari Saavedra y a Antonio Ferrari Cazarin, y todo quedó ahí en el anecdotario, un “tira, tira” de dos personajes procesados y muy mal parados ante la opinión pública. Ahora, en tiempos de la 4T, a algún ex asesor del priismo (que abundan por cierto en MORENA) se les ocurrió filtrar que el secretario de finanzas y planeación José Luis Lima Franco habría adquirido un Ferrari “Roma” con valor de más de $5 millones de pesos, asegurándose que lo tiene guardado allá en la zona de Polanco en Ciudad de México, para que así nadie se lo fuera a “ojear”. Vaya caso. Lo del Ferrari de Lima, la neta no nos consta, pero lo que, sí es cierto, es que muchos “gurús” del Duartismo, ahora operan muy cerca de la Secretaría de Gobierno, y no sería para nada extraño pensar que desde esa oficina se cocinen golpeteos contra toda aquella persona que no se ponga a las órdenes del “dos”. De hecho, sin medir el efecto de las redes, luego de filtrar la noticia del “Ferrari”, el propio Cisneros Burgos subiría una imagen con unos guantes de box, asegurando que se pondría a entrenar y que ya hasta tenía “sparring”. Aquí nada es casualidad. Veremos qué es lo que pasa. POR CIERTO, sorprende mucho para los habitantes de la zona piñera que quién se vendió como un personaje “austero” acompañando como suplente al finado Abelino Barrientos Castro, ahora sea uno de los alcaldes mejor pagados del estado. Nos referimos al alcalde de Isla, Gustavo Adolfo Torres, más conocido como “Tavo Mazoco” quién al fallecimiento del presidente electo, se sacó la lotería, manejando a su antojo el presupuesto del Ayuntamiento sin consultar a los regidores y todavía adjudicándose un salario de más de $105 mil pesos al mes, según la información del portal “AVC Noticias”. Mazoco gana más que un secretario de Estado, y mucho más que el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued. Caray, qué suerte tienen los que no se bañan. Pero bueno, también presume tener la protección de Cisneros Burgos, así que ¿Cuál sufrir? @IvanKalderon |