Fue la noche del pasado viernes cuando le hicieron saber a Adán Augusto López que, sin mucha demora, era tiempo de limitar las participaciones del gobernador de Veracruz ante medios de comunicación, pues cada vez que se expone, complica el panorama de su movimiento rumbo al 2024.

Y es que Cuitláhuac García es considerado, al interior del morenismo relevante, como el flanco más débil de López Obrador; de hecho, Mario Delgado lo observa con preocupación, pues el de Veracruz se consolidó como la mayor piedra en el zapato para Nahle o Gutiérrez Luna. 

En estas últimas dos semanas, el dirigente nacional de morena y su secretaria general, Citlalli Hernández, propusieron al presidente  retirar a García por la “puerta de adelante” para incluirlo, posteriormente, en algún cargo dentro de la secretaría del bienestar. 

La idea es, por supuesto, evitar que García Jiménez continúe perjudicando las opciones de continuidad hacia el 2024. Me hacen saber que el tabasqueño no lo vio descabellado, sin embargo, argumentó que aunque ha resultado una auténtica decepción en resultados, su lealtad era destacable. 

A la idea de Delgado y Hernández también se unió Adán Augusto López, y en los últimos días, Claudia Sheinbaum, quien sintiéndose muy cerca de la candidatura presidencial, observa que los votos en Veracruz podrían venirse abajo, cortesía de García Jiménez. 

La propuesta generalizada hacia AMLO es que, (pensando en conservar Veracruz), deje de lado el cariño por Cuitláhuac García y piense en colocar a alguien que abone al movimiento. 

El único que sostiene al gobernador de Veracruz es AMLO, nadie más en el morenismo lo quiere operando la elección rumbo al 2024. ¿Será que Cuitláhuac García acabe despachando en CDMX tal como lo propone la mayoría? Lo sabremos antes de que acabe el presente año. 

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