Y lo peor es que con esa canción arrabalera el titular del Poder Ejecutivo se propuso contestar a analistas serios y periodistas prestigiados (él sólo atina a calificarlos de conservadores y chayoteros) que se preocupan porque el Gobierno de Estados Unidos -y ahora el de Canadá también- ha empezado a hacer un extrañamiento por el cambio de línea en la política para el sector energético obradorista, que pretende -dice AMLO- salvaguardar los intereses nacionales, aunque vayan en contra de lo pactado en el TMEC por los tres países del área de Norteamérica.
Que el dólar va para arriba, y el peso sigue bajando,
Uy qué miedo, mira cómo estoy temblando.
La canasta va pa' arriba, y ni peligro que, bajando,
Uy qué miedo, mira cómo estoy temblando.
Uy-uy-uy qué miedo, uy-uy-uy qué miedo.
Mira cómo tiemblo, que bailar casi no puedo.
Y el ingenio mexicano que corre en Internet de inmediato le cobró el desliz al Presidente, pues le están endilgando canciones del ciclón tabasqueño a sus cercanos:
José Ramón López Beltrán y su casa gris: ¿Quén pompó?
Adán Augusto López Hernández: Qué culpa tiene la estaca si el sapo viene y se ensarta.
Claudia Sheinbaum: Se tamba, se tambalea.
Ricardo Monreal: Dónde te agarró el temblor.
Marcelo Ebrard: Yo soy un muchacho guapo.
Rocío Nahle: Ni tan gorda ni tan flaca.
Es que el que se ríe, se lleva.
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