Pero más de siete meses antes, el 31 de diciembre de 2021, al rendir protesta formal como presidenta municipal, Sánchez Vargas había dedicado casualmente una parte de su discurso para agradecer el respaldo de los empresarios Erasmo Vázquez González y Miguel Ángel Vázquez Bonilla. Los definió como “hombres de lucha y que me enseñaron a luchar de frente”.
La alcaldesa, cuyo esposo Héctor Velázquez Vázquez fue asesinado el 15 de febrero del 2020 por un comando armado cuando se desempeñaba como regidor, se comprometió desde entonces a combatir la violencia, el cobro de cuota, secuestros y homicidios. Ofreció consolidar una policía municipal para implementar una política de “cero tolerancia a la delincuencia”.
Quienes atestiguaron sus palabras fueron Guilebaldo Maciel Mercado, director general del Instituto Veracruzano de la Defensoría Pública, quien acudió en representación del gobernador Cuitláhuac García y del secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, y fue acompañado por el delegado de Política Regional de la Segob, Mario Domínguez Montero.
Otra contradicción de Sánchez Vargas fue la versión que dio a los medios capitalinos acerca del crimen de su secretario particular Octavio Acosta, un joven estilista de 25 años, asesinado el 27 de febrero pasado durante el desalojo de los comerciantes establecidos en el campo deportivo, homicidio que en su momento le imputó al corresponsal del Diario del Istmo, Santos López Celdo, porque según afirmó el reportero, “le molestó” que publicara la historia de una mujer que se negaba a ser desalojada de su hogar que habitaba desde hacía 30 años. Pero ahora la munícipe asegura que Acosta fue amenazado primero y luego acribillado por estos criminales tras haberle aconsejado que no firmara los cheques en blanco.
Para colmo, la alcaldesa dijo que escapó de sus vigilantes en la Ciudad de México, a sabiendas de que su hijito estaba dizque “secuestrado” por los criminales, y se fue directamente a la sede del Senado de la República, cuyo líder, Ricardo Monreal, es el enemigo político más repudiado por los morenistas que gobiernan Veracruz.
¿Correrá acaso Lorena Sánchez la misma suerte que Pasiano Rueda Canseco, ex candidato del PT vinculado también con el senador Monreal, quien el pasado viernes asumió por fin la alcaldía del municipio vecino de Jesús Carranza, luego de estar preso más de 9 meses?
Por lo mientras, todos los miembros del Cabildo de Sayula de Alemán ya desmintieron públicamente a su alcaldesa, a la que acusaron de no presentarse a laborar desde hace dos semanas, mientras que el ganadero y empresario citricultor Erasmo Vázquez González la acusó de querer desprestigiarlo.
Bueno, hasta los vecinos de su madre la señalaron de haberse “robado” las puertas de los sanitarios que fueron demolidos en el parque deportivo.
MENSAJE A LOS ‘INMADUROS’
¿A qué pueden aspirar los que en política se dedican más a restar y a dividir que a unir y sumar?
Ayer, desde el sur del estado, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, pidió a los grupos de su partido que sean maduros y no peleen.
Y es que este domingo, el líder morenista y otros personajes, como Ignacio Mier, coordinador de los diputados federales de Morena, acudieron al informe legislativo de Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara baja del Congreso de la Unión, en un atiborrado evento que se realizó en el Centro de Convenciones de Minatitlán.
Pero a esa misma hora, la también diputada federal Rosalba Valencia Cruz, arropada por funcionarios del Gobierno del Estado, organizó un evento similar con el obvio propósito de restarle reflectores a su paisano y camarada Gutiérrez Luna, aspirante a la gubernatura de Veracruz que no es aceptado por el grupo de Morena en el poder, cuya alianza es más que evidente con la secretaria de Energía, Rocío Nahle, para la cual acaban de modificar hasta el artículo 11 de la Constitución Política local, pues no es veracruzana de nacimiento ni hija de padres veracruzanos, dos de los requisitos que hasta ahora exigía la Carta Magna estatal para ser gobernador del estado. |