Los dos, Alito y Renato, son campechanos (de Campeche) y ambos, en su momento, ligados al Gobierno de Enrique Peña Nieto… uno, desde la Cámara de Diputados; el otro, desde la Fiscalía General de la República y la Comisión Nacional de Seguridad…
Ambos en su momento, se confrontaron por la candidatura a Gobernador de Campeche y quien la ganó, le hizo la vida de cuadritos al que quedó en el camino.
Alito ha pasado del Escaño a la Curul y de la curul a la gubernatura para que en un salto triple mortal con piruetas hacia atrás, fuera dirigente nacional del partido y cayendo de pie, de nuevo en una curul…
Renato Sales trae atravesado el sueño de su padre, Renato Sales Gasque, quien buscó ser candidato a la Gubernatura sin que lo alcanzara… algo así parece que persigue al hoy Fiscal.
Hay otra hebra… sepultar al PRI acabando primero con su dirigente nacional previo a una elección que puede ser definitiva: el Estado de México… ¿Coahuila? Puede Morena darse el lujo de perderlo, pero ganar el Estado de México es arrebatar la corona del priísmo y empezar a hacer otra historia en ese punto.
Una hebra más es debilitar la posibilidad de una alianza al 24… hasta el momento, en defensa de Alito, sólo Marko Cortés ha dado la cara… ¿lo seguirá haciendo? ¿Qué opinan los panistas de ello?
No se necesita ser un genio para saber en qué va a acabar el asunto de Alito y por ende, las consecuencias que en la percepción social ha de tener… ojo, porque quizás en una de ésas, Renato Sales puede ir cristalizando el sueño de su padre a través de él… falta tiempo, claro, pero de un modo u otro, Sales está trabajando para ello…
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